¿Qué significa Génesis 43:20?
Diez de los hermanos de José estaban tratando de explicarle con urgencia al mayordomo de la casa lo que había ocurrido (Génesis 43:19). Después de su primer viaje a Egipto, los hombres se vieron obligados a regresar a casa sin uno de sus hermanos, el cual había sido encarcelado (Génesis 42:24) y con un ultimátum para traer de regreso Benjamín, su hermano menor (Génesis 42:19–20). Para su horror, de regreso a casa, vieron que el dinero que habían usado para pagar por el trigo estaba de vuelta en sus bolsas (Génesis 42:26–28). En realidad, ellos eran inocentes; fue José, a quien aún no pudieron reconocer (Génesis 42: 8), quien les había devuelto el dinero en secreto (Génesis 42:25).Ahora, durante este segundo viaje (Génesis 43:1–2), se les ha ordenado a los hombres que fueran a la casa de José (Génesis 43:16–18). En este momento están intentando convencer al administrador de la casa de que no les habían robado su dinero. Los hermanos asumieron que habían sido escoltados hasta la casa de José para ser atacados y forzados a ser esclavos por lo que habían hecho. Debido a que había tanto en juego, los hombres adoptaron una postura de humildad y se refirieron al siervo de José diciéndole "señor".
En Génesis 43:16–34, José y sus hermanos se encuentran otra vez, aunque todavía no lo reconocieron. Después de ordenarle a su mayordomo que se los llevara a su casa, los hermanos temieron que los acusaran de nuevo por haberle robado al gobernador de Egipto (Génesis 42:25–28). El mayordomo de José les asegura que Dios organizó esos eventos y que todo iba a salir bien. José compartió una comida con ellos, los honró como invitados en su casa y le prestó especial atención a Benjamín. Finalmente, la comida se convirtió en un momento de alegría para todos.
Jacob tuvo que enviar a Benjamín junto con sus hermanos de regreso a Egipto para comprar más trigo para la familia. Sin ese trigo, se morirían de hambre, pero el gobernante egipcio no les vendería nada de trigo si no le llevaran a Benjamín tal y como se había acordado. Hablando en nombre de sus hermanos, Judá finalmente convenció a su padre. Al llegar a Egipto, fueron honrados como huéspedes en la casa de José. Le presentaron un regalo y José, después de sentirse abrumado por la emoción, le prestó una especial atención a Benjamín. Mientras todo esto estaba ocurriendo, no se dieron cuenta de que el gobernador de Egipto era en realidad José.