Capítulo

Visión general de Deuteronomio

Tipo de libro: Libro de la Ley (o Libro de Moisés); el quinto libro del Antiguo Testamento; el quinto libro de la Biblia; el quinto de la colección judía dividida en cinco partes conocida como la Torá.

Autor: Tradicionalmente, se ha considerado que Moisés es el autor de este libro; Deuteronomio forma parte de la "Ley de Moisés". Moisés tenía 120 años en el momento en el que lo escribió.

Audiencia: El título Deuteronomio significa "segunda ley". El libro trata sobre la manera en que Moisés reafirmó varias leyes y reglamentos que ya se dieron durante pasajes anteriores de las Escrituras. Moisés le escribió al pueblo judío durante su viaje de 40 años por el desierto en la Península del Sinaí. Este libro fue escrito durante el período final de 40 días antes de que los judíos entraran en la Tierra Prometida (Deuteronomio 1:3). Deuteronomio nos presenta con un relato de las muchas obras que Dios realizó por la nación de Israel durante su viaje de 40 años. Enfatizar todo esto fue especialmente importante para la generación más joven de judíos, quienes nacieron durante este período de tiempo que pasaron en el desierto.

Fecha: Escrito durante los 40 años en el desierto, aproximadamente entre el 1440 y el 1400 a.C. Algunos sugieren una fecha más exacta: 1406 a.C.

Resumen: Este libro consta de 34 capítulos que incluyen una breve introducción (Deuteronomio 1:1–4), tres discursos principales de Moisés (Deuteronomio 1:5—30:20), y cuatro capítulos de actividades finales.

El primer discurso de Moisés (Deuteronomio 1:5—4:43) consta de tres temas principales. Primero, Moisés repasa los muchos actos de gracia que Dios hizo por Su pueblo desde lo que ocurrió en Horeb (Monte Sinaí) hasta Baal Pegor. En segundo lugar, Moisés anima al pueblo de Israel en Deuteronomio 4:1–40 a seguir obedeciendo la ley del Señor. En tercer lugar, se mencionan tres ciudades de refugio (Deuteronomio 4:41–43) para que las personas huyeran durante situaciones que involucraran muertes accidentales.

El segundo discurso de Moisés es mucho más largo, comienza en Deuteronomio 4:44 y continúa hasta el capítulo 28. Esta sección nos proporciona las enseñanza principales del libro, y también se repasan las leyes que ya se compartieron durante los libros de éxodo y Levítico: los Diez Mandamientos (Deuteronomio 5), la obediencia total al Señor (Deuteronomio 6), las advertencias contra otros dioses (Deuteronomio 7), las advertencias contra el hecho de olvidarse de Dios (Deuteronomio 8), ejemplos en los que Israel se rebeló en el pasado (Deuteronomio 9—10:11) , y la importancia de tener a Dios, algo que en realidad es positivo. Debían amarlo y obedecer sus mandamientos continuamente (Deuteronomio 10:12—11:32).

A continuación, se proporcionan ejemplos específicos sobre cómo hacer eso, entre los que se incluyen instrucciones para la adoración (Deuteronomio 12:1—16:17), el liderazgo (Deuteronomio 16:18—18:22), leyes comunitarias (Deuteronomio 19:1—25:19), primicias y diezmos (Deuteronomio 26:1– 15), y un llamamiento a la obediencia (Deuteronomio 26—28).

El tercer discurso de Moisés va desde Deuteronomio 29:1 hasta el versículo 30:20. Este pasaje enfatiza una renovación del pacto mosaico (Deuteronomio 29) seguida por el arrepentimiento y el perdón (Deuteronomio 30). Todo esto concluye presentándonos un dilema: los israelitas debían decidir entre vivir caminando con el Señor o directamente morir (Deuteronomio 30:11–20).

Estos tres discursos son seguidos por una serie de importantes eventos finales. Primero, Moisés le transfiere su liderazgo a Josué (Deuteronomio 31:1–8). Segundo, se dan reglas con respecto a las futuras lecturas de la ley (Deuteronomio 31:9–13). Dios comisiona oficialmente a Josué, Dios profetiza sobre el futuro de Israel e instruye a Moisés para que escriba un cántico y se lo enseñe al pueblo, y Moisés los convoca a todos (Deuteronomio 31:14–29). Luego se escribe el cántico de Moisés, el cual cubre una porción extensa del material del libro que va desde Deuteronomio 31:30 hasta Deuteronomio 32:47). Luego, Moisés comparte información sobre su próxima muerte y le ofrece una bendición al pueblo (Deuteronomio 32:48—33:29).

El libro termina con el registro de la muerte de Moisés en el capítulo 34. Este pasaje es la única parte del libro sobre el que se cuestiona su autoría. La mayoría de los eruditos creen que esta información se registró por uno de los colaboradores cercanos de Moisés después de que muriera, posiblemente Josué.

Versículos clave (RVC)

Deuteronomio 4:2: No añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios que yo os ordeno.

Deuteronomio 6:4–7: Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.

Deuteronomio 32:46–47: Y les dijo: Aplicad vuestro corazón a todas las palabras que yo os testifico hoy, para que las mandéis a vuestros hijos, a fin de que cuiden de cumplir todas las palabras de esta ley. Porque no os es cosa vana; es vuestra vida, y por medio de esta ley haréis prolongar vuestros días sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán, para tomar posesión de ella.

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