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Génesis capitulo 22

La Biblia de las Américas

Nueva Biblia de las Américas

Nueva Versión Internacional

Reina-Valera 1960

Biblia del Jubileo

1Y aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí. 2Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré. 3Y Abraham madrugó muy de mañana, y enalbardó su asno, y tomó consigo dos criados suyos, y a Isaac su hijo; y cortó leña para el holocausto, y se levantó, y fue al lugar que Dios le dijo. 4Al tercer día alzó Abraham sus ojos, y vio el lugar de lejos. 5Entonces dijo Abraham a sus criados: Esperaos aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí, y adoraremos, y volveremos a vosotros. 6Y tomó Abraham la leña del holocausto, y la puso sobre Isaac su hijo; y él tomó en su mano el fuego y el cuchillo; y fueron ambos juntos. 7Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto? 8Y respondió Abraham: Dios proveerá para si cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos. 9Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y le puso en el altar sobre la leña. 10Y extendió Abraham su mano, y tomó el cuchillo, para degollar a su hijo. 11Entonces el ángel del SEÑOR le dio voces del cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí. 12Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; que ahora conozco que temes a Dios, pues que no me rehusaste tu hijo, tu único; 13entonces alzó Abraham sus ojos, y miró, y he aquí un carnero a sus espaldas, trabado en una mata por sus cuernos; y fue Abraham, y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo. 14Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar, YHWH-jireh (el SEÑOR verá). Por tanto se dice hoy, en el monte del SEÑOR será visto. 15Y llamó el ángel del SEÑOR a Abraham la segunda vez desde el cielo, 16y dijo: Por mí mismo he jurado, dijo el SEÑOR, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único; 17bendiciendo te bendeciré, y multiplicando, multiplicaré tu simiente como las estrellas del cielo, y como la arena que está a la orilla del mar; y tu simiente poseerá las puertas de sus enemigos: 18En tu simiente serán benditos todos los gentiles de la tierra, por cuanto escuchaste a mi voz. 19Y se tornó Abraham a sus criados, y se levantaron y se fueron juntos a Beerseba; y habitó Abraham en Beerseba. 20Y aconteció después de estas cosas, que fue dada nueva a Abraham, diciendo: He aquí que también Milca ha dado a luz hijos a Nacor tu hermano: 21A Uz su primogénito, y a Buz su hermano, y a Kemuel padre de Aram. 22Y a Quesed, y a Hazo, y a Pildas, y a Jidlaf, y a Betuel. 23Y Betuel engendró a Rebeca. Estos ocho dio a luz Milca a Nacor, hermano de Abraham. 24Y su concubina, que se llamaba Reúma, dio a luz también a Teba, y a Gaham, y a Tahas, y a Maaca.

¿Qué significa Génesis capitulo 22?

Génesis 22 contiene una de las historias más emblemáticas de toda la literatura: el sacrificio de Abrahán de su hijo, Isaac (quien finalmente no fue sacrificado). Esta es una historia preocupante para muchos, principalmente porque a menudo se malinterpreta. Cuando se lee como parte de la larga y detallada historia de Abrahán, este es un evento que revela la profundidad de la confianza que Abrahán había puesto en Dios, una de las cualidades que Dios más valora en Su pueblo.

Algún tiempo después del nacimiento de Isaac, mientras Abrahán aún vivía en Berseba, Dios se le apareció de nuevo. Esta vez, Dios vino poner a prueba la fidelidad y la obediencia de Abrahán con una orden muy específica. Abrahán tenía que llevarse a Isaac a la tierra de Moria. Allí, se lo ofrecería en sacrificio en uno de los montes (Génesis 22:1–2). Dios hizo que la orden fuera especialmente conmovedora, ya que reconoció desde el principio que Abrahán amaba a Isaac, el único hijo que había tenido con Sara.

La mayoría de las críticas que recibe esta historia comienzan y terminan aquí, con la idea de que Abrahán incluso pudiera llegar a pensar en obedecer lo que Dios le estaba pidiendo que hiciera. Sin embargo, es importante darse cuenta de que esta no es la primera vez que Abrahán había escuchado a Dios. Tampoco era la primera vez que se le presentó a Abrahán una situación que no comprendía del todo. Sin embargo, Dios le proporcionó fielmente un hijo a Abrahán, aunque Abrahán no pudiera entender de la manera que esto pudiera llegar a pasar (Génesis 17:17; 21:1–2). Dios fue justo en Su destrucción de Sodoma y salvó a Lot, aunque Abrahán tampoco entendió cómo Dios podría hacer algo así (Génesis 18:22–23; 19:15–16). En este momento, Abrahán tenía que decidir si confiaba en Dios lo suficiente como para obedecer esta orden, la cual parecía ser imposible de obedecerse, incluso cuando no comprendía completamente la manera en que Dios había planeado que todo acabara bien.

Abrahán no dudó en ningún momento. Se levantó temprano, convocó a dos de sus sirvientes, junto con Isaac, recogió suficiente leña para el sacrificio y cargó el burro. En realidad, no sabemos exactamente cuántos años tenía Isaac en ese momento, pero parece ser que ya era capaz de viajar sin su madre (Génesis 22:3–4), hacer preguntas inteligentes (Génesis 22:7) y llevarle la leña a su padre (Génesis 22:6). Lo más probable es que Isaac fuera un adolescente. El pequeño grupo se dirigió inmediatamente en un viaje de tres días hacia Moria. Una vez allí, Abrahán dejó atrás a los sirvientes y al burro y subió a las colinas con Isaac y la leña (Génesis 22:3–6).

¿Esperaba Abrahán que Dios lo detuviera antes de que matara a Isaac? Quizás, pero quizás no. Hebreos 11:19 nos da una pista: "Y es que Abrahán sabía que Dios tiene poder incluso para levantar a los muertos". En cualquier caso, Abrahán no se detuvo ni siquiera cuando Isaac preguntó dónde estaba el cordero. Abrahán simplemente respondió que Dios proveería el cordero. Isaac, por su parte, parecía dispuesto a cooperar con su padre (Génesis 22:6–8).

Después de construir el altar, Abrahán ató a Isaac y lo puso sobre él. Sin embargo, antes de que pudiera matar a su hijo, la voz del Señor resonó desde el cielo ordenándole a Abrahán que no dañara a Isaac. La prueba se había acabado. Abrahán había pasado la prueba: "…Yo sé bien que temes a Dios, pues no me has negado a tu único hijo" (Génesis 22:12).

Dios les ofreció un sacrificio sustituto con un carnero que se había quedado atrapado en un matorral justo detrás de Abrahán. Abrahán ofreció el carnero en sacrificio, y Abrahán el puso de nombre al monte "El Señor proveerá". Entonces el Señor renovó y enfatizó las promesas que le había hecho a Abrahán una vez más, y juró todo en Su nombre. Debido a la obediencia de Abrahán, el Señor prometió bendecir a Abrahán, multiplicar su descendencia exponencialmente y ofrecerle a la descendencia de Abrahán la victoria sobre sus enemigos (Génesis 22:15–17).

El Señor añadió otra promesa: todas las naciones de la tierra serían bendecidas a través de la descendencia de Abrahán, algo que sucedió inequívocamente cuando el descendiente de Abrahán, Jesús, se convirtió en el medio a través del cual todos pueden recibir la bendición de la gracia de Dios a través de la fe (Génesis 22:18– 19).

Génesis 22 termina con una lista de los 12 hijos de Najor, el hermano de Abrahán. Uno de esos niños, Betuel, se convertirá en el padre de Rebeca. Isaac, el hijo de Abrahán, se casará en el futuro con Rebeca (Génesis 24), y serán los padres de Jacob, cuyos hijos formarán las tribus de Israel, el pueblo elegido de Dios.
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