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Génesis capitulo 5

La Biblia de las Américas

Nueva Biblia de las Américas

Nueva Versión Internacional

Reina-Valera 1960

Biblia del Jubileo

1Este es el libro de la descendencia de Adán. El día en que creó Dios al hombre, a la semejanza de Dios lo hizo; 2macho y hembra los creó; y los bendijo, y llamó el nombre de ellos Adán, el día en que fueron creados. 3Y vivió Adán ciento treinta años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre Set. 4Y fueron los días de Adán, después que engendró a Set, ochocientos años; y engendró hijos e hijas. 5Y fueron todos los días que vivió Adán novecientos treinta años; y murió. 6Y vivió Set ciento cinco años, y engendró a Enós. 7Y vivió Set, después que engendró a Enós, ochocientos siete años; y engendró hijos e hijas. 8Y fueron todos los días de Set novecientos doce años; y murió. 9Y vivió Enós noventa años, y engendró a Cainán. 10Y vivió Enós después que engendró a Cainán, ochocientos quince años; y engendró hijos e hijas. 11Y fueron todos los días de Enós novecientos cinco años; y murió. 12Y vivió Cainán setenta años, y engendró a Mahalaleel. 13Y vivió Cainán, después que engendró a Mahalaleel, ochocientos cuarenta años; y engendró hijos e hijas. 14Y fueron todos los días de Cainán novecientos diez años; y murió. 15Y vivió Mahalaleel sesenta y cinco años, y engendró a Jared. 16Y vivió Mahalaleel, después que engendró a Jared, ochocientos treinta años; y engendró hijos e hijas. 17Y fueron todos los días de Mahalaleel ochocientos noventa y cinco años; y murió. 18Y vivió Jared ciento sesenta y dos años, y engendró a Enoc. 19Y vivió Jared, después que engendró a Enoc, ochocientos años; y engendró hijos e hijas. 200 Y fueron todos los días de Jared novecientos sesenta y dos años; y murió. 21Y vivió Enoc sesenta y cinco años, y engendró a Matusalén. 22Y anduvo Enoc con Dios, después que engendró a Matusalén, trescientos años; y engendró hijos e hijas. 23Y fueron todos los días de Enoc trescientos sesenta y cinco años. 24Y anduvo Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios. 25Y vivió Matusalén ciento ochenta y siete años, y engendró a Lamec. 26Y vivió Matusalén, después que engendró a Lamec, setecientos ochenta y dos años; y engendró hijos e hijas. 27Fueron, pues, todos los días de Matusalén, novecientos sesenta y nueve años; y murió. 28Y vivió Lamec ciento ochenta y dos años, y engendró un hijo; 29y llamó su nombre Noé, diciendo: Este nos consolará de nuestras obras, y del trabajo de nuestras manos de la tierra, a la cual el SEÑOR maldijo. 30Y vivió Lamec, después que engendró a Noé, quinientos noventa y cinco años; y engendró hijos e hijas. 31Y fueron todos los días de Lamec setecientos setenta y siete años; y murió. 32Y siendo Noé de quinientos años, engendró a Sem, a Cam, y a Jafet.

¿Qué significa Génesis capitulo 5?

Este es el libro de las generaciones que vinieron de Adán. El capítulo 5 sirve para vincular la historia de la creación y los primeros humanos con la época de Noé y el diluvio. Esto se logra con una simple genealogía de los descendientes de Adán que vinieron a través de su hijo Set.

El capítulo comienza reafirmando una verdad esencial sobre la creación de la humanidad por parte de Dios. Dios hizo a los hombres y a las mujeres a Su propia semejanza y usó el nombre ā'dām, que es literalmente la palabra hebrea para "humano". Esta semejanza no se trata de una semejanza física con Dios, sino que se trata de que Dios les dio Su imagen a los seres humanos para que se convirtieran en Sus representantes en la tierra. La imagen de Dios tenía como objetivo el hecho de tratar de compartir con la humanidad Su responsabilidad de gobernar y someter al resto de la creación. De hecho, ser creados a imagen y semejanza de Dios también significa que Dios valora a todas las personas de igual manera.

Esta semejanza con Dios se transmite de una generación a la siguiente de la misma manera que la semejanza de un padre se le transmite a su hijo. Así como Adán engendró a Set y Set engendró a Enós, la semejanza de Dios y los seres humanos también se transmitió de generación en generación.

El capítulo 5 también nos revela detalles clave sobre la vida de las personas que vinieron después del jardín, las cuales estaban separadas espiritual y físicamente de Dios y bajo Su maldición. Primero, la esperanza de vida (y años reproductivos) de los primeros seres humanos fue extraordinariamente larga. El texto nos da algunas pistas explícitas sobre si las cifras que se nos presentan fueron reales o no lo fueron. Sin embargo, es difícil cuadrar una interpretación no literal con las cifras que se nos presentan en el texto. De hecho, una esperanza de vida tan prolongada habría sido posible en una tierra que estaba libre de contaminación y deterioro genético, y eso habría permitido que la tierra se poblara muy rápidamente.

En segundo lugar, vemos que, aunque hubo un gran progreso, (al menos desde la perspectiva de los seres humanos) la maldición seguía oprimiendo la vida de las personas. El capítulo 4 detalló la vida de los descendientes de Caín, algunos de los cuales exhibieron incluso una actitud más agresiva que la de Caín (Génesis 4:23–24). Por el contrario, el padre de Noé, Lamec, dijo que Noé le proporcionaría consuelo o descanso durante el doloroso trabajo de sacar del suelo su sustento.

Finalmente, aunque es importante saber cuánto tiempo vivieron estas primeras generaciones, lo más importante aquí, paradójicamente, es que todo ellos murieron. La muerte se convirtió en la consecuencia más terrible del pecado. Enoc, quien fue elogiado por caminar con Dios, se convirtió en la excepción que confirmaba esta regla (Génesis 5:24). El caso de Enoc es único a lo largo de la historia del mundo.

La larga vida de estos patriarcas también resalta otro aspecto crucial de la caída del hombre. Según los números que se nos dan en este capítulo, Adán y Set todavía estaban vivos cuando nació Lamec, el padre de Noé. Matusalén, quien murió el mismo año que comenzó el diluvio, vivió más de 200 años antes de que Adán falleciera. El pecado y la depravación en los que cayeron la humanidad, tal y como se describe en el capítulo 6, no es algo que pudiera atribuírsele a su ignorancia. Hasta el momento del diluvio, la humanidad tuvo acceso a hombres y mujeres que fueron testigos de primera mano del poder y la providencia de Dios, ya que Adán y Set (entre otros) todavía estaban vivos. Nuestra decadencia no se debió al hecho de haber cometido un simple error, sino al hecho de haber desobedecido deliberadamente a Dios continuamente.

El capítulo termina con el nacimiento de los hijos de Noé, preparándonos así para la historia del juicio justo de Dios sobre el pecado humano que vino a través del diluvio.
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