¿Qué significa Génesis 41:32?
José está desempeñando el papel de profeta de Dios ante el faraón. Más tarde, Dios elegirá a personas específicas para ocupar el papel de profeta, para así comunicar Su Palabra con el pueblo y los reyes de Israel.En su papel de profeta, José ahora revela un hecho clave sobre los sueños proféticos de Dios. Soñar dos veces sobre lo mismo significa que Dios estaba a punto de cumplir esos sueños. Lo que Dios le mostró al faraón sucedería sí o sí, y sucedería pronto. En otras palabras, el hecho de que este sueño profético se repitiera dos veces debía aumentar la confianza de aquel que estaba soñando sobre el hecho de que Dios tenía la intención de actuar rápidamente.
Al principio de su vida, José experimentó sueños proféticos consecutivos en los que vio a su familia inclinarse ante él (Génesis 37:1–11). Quizás fue en este momento cuando José entendió que los sueños que él había tenido, los cuales también se habían repetido también, estaban a punto de cumplirse.
Génesis 41:9–36 contiene la explicación de José sobre las visiones que tuvo el faraón. El gobernante de Egipto se sentía agitado por lo sueños que había tenido y, su copero, quien anteriormente estaba en la cárcel, recordó a un joven hebreo que estaba con él en la cárcel. Este era José, quien le había explicado su sueño al copero mientras estaban en la cárcel (Génesis 40:23). José explica que los sueños de Faraón significan que habría siete años de abundancia y siete años de hambruna. José, entonces, propone audazmente un plan para manejar la crisis que se estaba avecinando.
En Génesis 41, José comienza siendo un esclavo hebreo olvidado en prisión y termina siendo el segundo hombre más poderoso de Egipto. El copero del capítulo anterior finalmente menciona a José dos años más tarde, cuando el faraón estaba preocupado por unos sueños que tuvo que los "sabios" de Egipto no pudieron interpretarle. José le reveló el significado de los sueños al faraón: siete años de abundancia serían seguidos por siete años de una gran hambruna. El faraón, reconociendo que el Espíritu de Dios estaba con José, lo convirtió en el segundo al mando de toda la nación y le encargó el trabajo de preparar al país para afrontar la hambruna.