¿Qué significa Génesis 41:28?

Los antiguos egipcios se inclinaban naturalmente a creer que los sueños podían ser mensajes provenientes de una fuente divina. José había sido convocado para interpretarle dos sueños al faraón, el rey de Egipto (Génesis 41:14–16). En este caso, José estaba de acuerdo en que los sueños habían venido de Dios y eran proféticos. Tal y como lo había dicho antes (Génesis 41:25), estos eran mensajes de Dios, el Único Dios Verdadero (Jeremías 10:10; Juan 17:3).

Los creyentes a menudo desearían poder recibir un mensaje sobrenatural del Señor. Esto nos plantea una pregunta razonable: ¿por qué el Dios de Abrahán le enviaría mensajes a un líder egipcio que adoraba a muchos dioses falsos? Tal y como el resto del Génesis nos lo revelará de manera tan hermosa, el mensaje que Dios le comunicó al faraón formaba parte de un plan mayor. Este propósito era proteger y ayudar a Israel, su pueblo escogido. Con el tiempo, José llegará a darse cuenta de que todo lo que había sufrido en Egipto formaba parte de la bondad y el propósito que Dios había preparado para su familia, su nación y el mundo (Génesis 50:15–20).