¿Qué significa Génesis 41:1?
El capítulo anterior terminó con José todavía estando en la cárcel (Génesis 39:20) a pesar de interpretar con éxito los sueños de sus compañeros de prisión (Génesis 40:20–22). El siervo que sobrevivió, el copero del faraón, no le dijo al faraón nada sobre el trato injusto que José había recibido (Génesis 40:14–15) o sus talentos (Génesis 40:23). Como resultado, José permaneció en prisión por otros dos años. El hecho de que Dios esté con Su pueblo no quiere decir que no pasarían por tiempos difíciles (Juan 16:33), sino que quiere decir que Él los sustentaría durante esos momentos difíciles (Génesis 39:21)."Faraón" es el título que se le da al gobernante de Egipto. Dos años después de restaurar a su copero y ejecutar a su panadero, el faraón tuvo un complicado sueño profético en el que se encontraba junto al Nilo y vio siete vacas hambrientas que se comían a siete vacas sanas (Génesis 41:2–4). Esto será seguido por un segundo sueño, repitiendo los mismos eventos, pero esta vez con espigas (Génesis 41:5–7).
Génesis 41:1–8 describe inquietantes sueños proféticos que el rey de Egipto tuvo, cuyo título es "Faraón". Ambos sueños involucran un grupo de siete imágenes de aspecto agradable, primero vacas, luego espigas, que son consumidas por un segundo grupo de siete, que no tienen un aspecto tan bueno. La naturaleza de estos sueños deja claro que tenían un significado, pero ninguno de los adivinos o eruditos egipcios pudo entenderlos. Esto provocará que el copero, el mismo que estuvo en la cárcel, le mencionara al faraón que José podía interpretar sueños (Génesis 40:23).
En Génesis 41, José comienza siendo un esclavo hebreo olvidado en prisión y termina siendo el segundo hombre más poderoso de Egipto. El copero del capítulo anterior finalmente menciona a José dos años más tarde, cuando el faraón estaba preocupado por unos sueños que tuvo que los "sabios" de Egipto no pudieron interpretarle. José le reveló el significado de los sueños al faraón: siete años de abundancia serían seguidos por siete años de una gran hambruna. El faraón, reconociendo que el Espíritu de Dios estaba con José, lo convirtió en el segundo al mando de toda la nación y le encargó el trabajo de preparar al país para afrontar la hambruna.