¿Qué significa Mateo 22:45?
Los fariseos que han estado desafiando a Jesús vieron cómo, de repente, la situación cambió hasta el punto en el que era Jesús quien los estaba desafiando. Jesús les pidió que identificaran de quién era hijo el Cristo. Ellos respondieron tal y como lo habría hecho todo buen judío: que el Cristo, el Mesías, es el hijo de David. Las Escrituras del Antiguo Testamento dejan claro que el Mesías sería un descendiente del rey David, el gran rey de la edad de oro de Israel (Mateo 22:41–44).Jesús, sin embargo, respondió con otra pregunta mucho más difícil: si el Cristo sería un descendiente de David, ¿por qué en el Salmo 110:1 David llama al Cristo "mi Señor"? ¿Por qué alguien describiría a su "hijo" como "mi Señor"?
La respuesta, por supuesto, era que el Mesías no solo sería un descendiente de David, sino que también sería el Hijo de Dios, lo que lo convertiría en hijo y Señor de David. El hecho de que Jesús sea el Mesías y también el Hijo de Dios, lo cual demuestra Su divinidad, es una verdad que los fariseos y otros líderes religiosos ignoraron deliberadamente. Además, esta fue la principal razón por la que finalmente lo condenaron por haber blasfemado.
Mateo 22:41–46 nos describe una situación en la que Jesús estaba poniendo a prueba a los fariseos, quienes habían intentado hacerlo con él antes. Jesús les pregunta retóricamente quién era el Mesías: ¿De quién es hijo? Sabiendo que contestarían correctamente que el Mesías es el Hijo de David. Jesús luego cita los Salmos y les pregunta por qué el rey David llamó al Cristo "mi Señor" si el Cristo era Su hijo. Aquí se nos plantea el tema de la divinidad de Cristo y esto dejó totalmente perplejos a los fariseos. Este incidente también se menciona en Marcos 12:35–37 y Lucas 20:41–44. De hecho, los líderes religiosos dejaron de hacerle preguntas a partir de este momento.
Jesús, quien estaba hablando con unos líderes religiosos que se habían enojado mucho por todo lo que había pasado, les contó una parábola que comparaba el reino de los cielos con un banquete de bodas al que acabaron asistiendo personas que no habían sido invitadas desde un principio. Jesús también responde a algunas de las preguntas-trampa que le hicieron sobre los impuestos, el matrimonio, la resurrección y la Ley de Moisés. Las respuestas que Jesús les dio se usan comúnmente en español como frases idiomáticas: "den al César…" y "porque son muchos los llamados, pero pocos los escogidos". Finalmente, Jesús preguntó sobre cómo podía ser el Mesías tanto el hijo de David como el Señor de David. Nadie pudo responderle, así que dejaron de desafiarlo en público.