¿Qué significa Mateo 22:39?
El fariseo que puso a prueba a Jesús no preguntó cuáles eran los dos mandamientos más importantes. En cambio, pidió la opinión de Jesús acerca de cuál era el más importante (Mateo 22:34–38). Sin embargo, Jesús decidió que el segundo mandamiento es tan esencial que también debe mencionarse junto con el primero.Ambos mandamientos se enfocan únicamente en lo que una persona hace con su afecto, su atención y sus acciones. El mayor mandamiento es amar a Dios con todo nuestro ser, y viene de Deuteronomio 6:5. El segundo gran mandamiento viene de Levítico 19:18. Jesús dice que es similar al primer mandamiento, probablemente porque se trata de a quién y cómo amamos: amarás a tu prójimo como a ti mismo.
El segundo gran mandamiento asume un hecho obvio de la naturaleza humana: que los seres humanos naturalmente se aman y se cuidan los unos a los otros. Esta perspectiva es la base de lo que se conoce como la regla de oro. Jesús enseñó esto durante el Sermón del Monte (Mateo 5:1–2), y ayuda a explicarnos lo que significa amar a los demás tal y como nos amamos a nosotros mismos: "así que, todo lo que quieran que la gente haga con ustedes, eso mismo hagan ustedes con ellos, porque en esto se resumen la ley y los profetas" (Mateo 7:12).
Este primer y segundo mandamiento estaban profundamente entrelazados en el judaísmo y la vida judía. Es poco probable que alguien se hubiera sorprendido mucho al escuchar la respuesta de Jesús sobre cuál era el mayor mandamiento, pero el hecho de que Jesús los mencionara hizo que Su respuesta traspasara los límites del tiempo y lo que dijo se volviera importante para todos Sus seguidores en el futuro.
Mateo 22:34–40 describe una pregunta que un fariseo le hizo a Jesús, un intérprete de la ley. En este contexto, esto significa que esta persona sabía muchísimo sobre el Antiguo Testamento. Entonces, este hombre le pregunta a Jesús cuál es el mandamiento más importante de la Ley. Jesús cita Deuteronomio 6:5, indicando que amar a Dios con todo lo que tenemos es el mandamiento más importante. Cristo entonces dice voluntariamente que el segundo mandamiento más importante está estrechamente relacionado con el primero: "amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas". Lucas 10:25–28 y Marcos 12:28–37 también nos describen esta situación.
Jesús, quien estaba hablando con unos líderes religiosos que se habían enojado mucho por todo lo que había pasado, les contó una parábola que comparaba el reino de los cielos con un banquete de bodas al que acabaron asistiendo personas que no habían sido invitadas desde un principio. Jesús también responde a algunas de las preguntas-trampa que le hicieron sobre los impuestos, el matrimonio, la resurrección y la Ley de Moisés. Las respuestas que Jesús les dio se usan comúnmente en español como frases idiomáticas: "den al César…" y "porque son muchos los llamados, pero pocos los escogidos". Finalmente, Jesús preguntó sobre cómo podía ser el Mesías tanto el hijo de David como el Señor de David. Nadie pudo responderle, así que dejaron de desafiarlo en público.