¿Qué significa Mateo 22:31?
Jesús ha corregido enérgicamente una serie de suposiciones erróneas que el grupo religioso conocido como los saduceos le habían presentado en su historia. En su historia, una mujer casada se había casado con siete hermanos, uno por uno, durante su vida en la Tierra. De acuerdo con los saduceos, si la resurrección fuera cierta, entonces esa mujer acabaría teniendo siete esposos (Mateo 22:15–28). Jesús primero corrigió su creencia errónea de que el matrimonio existiría después de la muerte (Mateo 22:29–30). Lo que Jesús dice, de hecho, afirma dos doctrinas que los saduceos rechazaban: la existencia de los ángeles y la realidad de una vida después de la muerte.Aquí, Cristo demuestra que las mismas Escrituras que los saduceos afirmaban seguir demostraban que sí hay vida después de la muerte. En una maniobra brillante, Jesús usó su estrategia exacta contra ellos mismos. En el siguiente versículo, Jesús les hará una pregunta, la cual estará arraigada en las Escrituras, una que nos muestra que algunas interpretaciones son imposibles de hacer. En este caso, la lógica funcionará a la perfección y los saduceos se quedarán completamente perplejos (Mateo 22:32–33).
Jesús a menudo debatía con los líderes religiosos preguntándoles si habían leído algo en particular en las Escrituras. Esta vez, sin embargo, Jesús se vuelve más personal, y les pregunta si no habían leído lo que Dios les había dicho. Luego les citará una frase del Pentateuco, la única parte de las Escrituras que aceptaban los saduceos.
Mateo 22:23–33 contiene otro desafío para Jesús. Este desafió vino de los saduceos: un grupo religioso judío que no creía en el más allá. En un intento de afirmar su propia perspectiva, le describieron a Jesús una situación hipotética basada en un requisito de la Ley de Moisés. Una mujer se llegó a casar con siete hermanos, uno tras otro, debido a que uno a uno se fueron muriendo. ¿De qué hermano sería la esposa en la resurrección? Jesús les dice que la pregunta era un error en sí, ya que el matrimonio no existirá en la resurrección. Luego, Jesús hace referencia a las Escrituras para mostrar que el Señor es el Dios de los vivos, incluidos los patriarcas fieles como Abrahán y Jacob. Marcos 12:18–27 y Lucas 20:27–40, registran este mismo intercambio.
Jesús, quien estaba hablando con unos líderes religiosos que se habían enojado mucho por todo lo que había pasado, les contó una parábola que comparaba el reino de los cielos con un banquete de bodas al que acabaron asistiendo personas que no habían sido invitadas desde un principio. Jesús también responde a algunas de las preguntas-trampa que le hicieron sobre los impuestos, el matrimonio, la resurrección y la Ley de Moisés. Las respuestas que Jesús les dio se usan comúnmente en español como frases idiomáticas: "den al César…" y "porque son muchos los llamados, pero pocos los escogidos". Finalmente, Jesús preguntó sobre cómo podía ser el Mesías tanto el hijo de David como el Señor de David. Nadie pudo responderle, así que dejaron de desafiarlo en público.