¿Qué significa Mateo 22:44?
Jesús les hizo a los fariseos una pregunta bastante difícil: ¿de quién es hijo el Cristo? Cristo viene de la palabra griega Christos, una traducción de la palabra hebrea Mashiyach, que significa "Mesías". Los fariseos respondieron correctamente que el Cristo debía ser descendiente de David (Mateo 22:41–43). Jesús no los corrigió (Mateo 1:1,17), pero sí cuestionó las implicaciones que acompañaban a su respuesta.Casi todos estuvieron de acuerdo en que el Salmo 110, el cual fue escrito por David, trataba sobre el Mesías. En el primer versículo de ese Salmo, el rey David llama a Cristo "Señor". Ahora Jesús cita el versículo para mostrar lo que quiere decir (Salmo 110:1). Desglosándolo, David escribió que "el Señor" [Dios] le dijo al Señor [de David] [Cristo] que se sentara a la diestra [de Dios] [el lugar de mayor honor]. Jesús les pregunta por qué se referiría David a su "hijo", es decir, a su propio descendiente, diciendo "mi Señor", quien se iba a sentar a la derecha de Dios, a menos que Cristo tuviera algún estatus significativo que fuera más allá de ser un mero descendiente de David.
Esta referencia del Antiguo Testamento se menciona muchas otras veces en el Nuevo Testamento, y por buenas razones (Hechos 2:34; 1 Corintios 15:25; Hebreos 1:13; 10:13). El estatus divino del Mesías es una de las enseñanzas más claras del Antiguo Testamento.
Mateo 22:41–46 nos describe una situación en la que Jesús estaba poniendo a prueba a los fariseos, quienes habían intentado hacerlo con Él antes. Jesús les pregunta retóricamente quiÉn era el Mesías: ¿De quiÉn es hijo? Sabiendo que contestarían correctamente que el Mesías es el Hijo de David. Jesús luego cita los Salmos y les pregunta por quÉ el rey David llamó al Cristo "mi Señor" si el Cristo era Su hijo. Aquí se nos plantea el tema de la divinidad de Cristo y esto dejó totalmente perplejos a los fariseos. Este incidente tambiÉn se menciona en Marcos 12:35–37 y Lucas 20:41–44. De hecho, los líderes religiosos dejaron de hacerle preguntas a partir de este momento.
Jesús, quien estaba hablando con unos líderes religiosos que se habían enojado mucho por todo lo que había pasado, les contó una parábola que comparaba el reino de los cielos con un banquete de bodas al que acabaron asistiendo personas que no habían sido invitadas desde un principio. Jesús tambiÉn responde a algunas de las preguntas-trampa que le hicieron sobre los impuestos, el matrimonio, la resurrección y la Ley de MoisÉs. Las respuestas que Jesús les dio se usan comúnmente en español como frases idiomáticas: "den al CÉsar…" y "porque son muchos los llamados, pero pocos los escogidos". Finalmente, Jesús preguntó sobre cómo podía ser el Mesías tanto el hijo de David como el Señor de David. Nadie pudo responderle, así que dejaron de desafiarlo en público.