Capítulo

Mateo 27:23

LBLA Y Pilato dijo: ¿Por qué? ¿Qué mal ha hecho? Pero ellos gritaban aún más, diciendo: ¡Sea crucificado!
NBLA Pilato preguntó: “¿Por qué? ¿Qué mal ha hecho?” Pero ellos gritaban aún más: “¡Sea crucificado!”
NVI ?¿Por qué? ¿Qué crimen ha cometido? Pero ellos gritaban aún más fuerte: ?¡Crucifícalo!
RV1960 Y el gobernador les dijo: Pues ¿qué mal ha hecho? Pero ellos gritaban aún más, diciendo: ¡Sea crucificado!
JBS Y el gobernador les dijo: Pues ¿qué mal ha hecho? Mas ellos gritaban más, diciendo: Sea colgado en un madero.

¿Qué significa Mateo 27:23?

No hay duda de que Pilato realmente quería liberar a Jesús. Sin embargo, cometió un error fatal al elegir involucrar a la multitud en la decisión final. De hecho, Él simplemente podría haber liberado a Jesús al ver que no había hecho nada malo (Juan 18:33–36). Pilato creyó las falsas acusaciones de los líderes religiosos judíos y entendió que querían usar trucos políticos para matar a un maestro al que ellos odiaban (Mateo 27:18). Esta presión se vio aumentada mucho más debido a años de falta de respeto y varios incidentes violentos que probablemente provocaron que los superiores romanos de Pilato observaran su forma de gobierno muy de cerca. Si hubiera otro gran disturbio, su posición política correría un grave peligro.

Sabiendo esto, los líderes religiosos de Jerusalén incitaron a una multitud para que pidieran la muerte de Jesús (Mateo 27:24; Marcos 15:11, 15). Pilato trató de evitar el hecho de ser acusado de haber ignorado a los líderes de Israel y, por eso, le ofreció en bandeja la decisión final al pueblo. En realidad, también subestimó el hecho de que algunas personas querrían que liberara al rebelde Barrabás; y tampoco tuvo en cuenta la presión que los líderes judíos estaban ejerciendo sobre la multitud presente (Mateo 27:20). La multitud no dudó en gritar que liberaran a Barrabás y que crucificaran a Jesús (Mateo 27:22).

La respuesta de Pilato aquí podría ser un último intento de que la gente entrara en razón. Por supuesto, era imposible razonar con una multitud de esas características. Lo más probable es que esto fuera simplemente una expresión proveniente de su incredulidad (Juan 19:6). ¿Qué razón podría haber para que alguien como Jesús recibiera una muerte tan brutal y vergonzosa? La multitud, seguramente debido a los líderes religiosos, simplemente gritó aún más fuerte: ¡crucifica a Jesús!

En realidad, nos parece poco probable que Jesús se volviera tan infame en tan poco tiempo. Sólo unos días antes, había sido recibido como un Salvador en Jerusalén (Mateo 21:8–11). Lo más probable es que las personas que estuvieron en la propiedad del gobernador temprano por la mañana (Juan 18:28) estuvieran allí por invitación de los enemigos de Jesús. Probablemente fueron para presionar al gobernador junto con la amenaza implícita de comenzar un motín. Algunos incluso pudieron haber ido específicamente para defender a Barrabás y no sabían casi nada sobre Jesús. También es posible que las personas "neutrales" que hubiera allí se dieran cuenta de que sus propios sacerdotes querían a Barrabás, pero el gobernador romano quería liberar a Jesús. Por lo tanto, esas personas al final también se decantaron por Barrabás.

Todo esto pueden ser razones, pero no excusas. Todos los que estuvieron presentes en ese momento fueron responsables de la ejecución de Jesús. Esto también incluye a Pilato, el Imperio Romano, Judas y los líderes religiosos judíos del Sanedrín. Resulta que también incluye los pecados de todas las personas por las que Cristo murió (2 Corintios 5:21; Romanos 5:8). Todos y todas compartimos parte de la culpa de que Jesús fuera sentenciado a muerte.
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