¿Qué significa Mateo 27:16?
Pilato se quedó asombrado por el hecho de que Jesús no dijera nada ante la avalancha de acusaciones que estaba recibiendo por parte de los líderes religiosos judíos (Mateo 27:11–15). Jesús simplemente no iba ni a defenderse ni a resistirse. Sin embargo, Pilato pareció querer soltar a Jesús, quizás por algo que vio en Jesús, o tal vez solo porque quería fastidiar a los líderes judíos. La historia nos describe a Pilato como un político cruel y relativamente condescendiente, que eventualmente fue destituido de su cargo por incitar disturbios bajo su gobierno. Sin embargo, no era tonto. Pilato ya sabía que Jesús era popular (Mateo 21:10–11), y esto se había convertido para Él en una disputa personal (Mateo 27:18). Su conversación con Jesús no le hizo pensar que Jesús quisiera comenzar una rebelión en contra de Roma (Juan 18:36). Por una variedad de razones, el gobernador quería que Jesús fuera liberado en lugar de ejecutado.Cada año en la Pascua, el gobernador de Judea liberaba a un preso que estuviera bajo custodia en esos momentos. La elección de qué prisionero sería dependía, en parte, de la decisión que tomara la gente, o al menos eso es lo que parece. Pilato se aprovechó de esto para darle diferentes opciones a la multitud que estaba allí presente. Una de esas opciones, fue un criminal culpable de haber hecho algo horrible. De esa manera, Pilato asumió que la multitud entonces elegiría liberar a Jesús. Si fuera así, todo esto se acabaría pronto. Sin embargo, Pilato se dio cuenta de que la multitud que se había reunido allí era un grupo de gente bastante hostil (Mateo 27:20, 24; Marcos 15:11, 15), probablemente porque los enemigos de Jesús los habían llamado para que fueran allí a quejarse.
Mateo menciona que había otro preso bajo custodia que se llamaba Barrabás. Varias traducciones dicen que Barrabás era "famoso". Al parecer, era muy conocido. Los otros evangelios lo describen como una persona que en algún momento provocó una insurrección e incluso asesinó a alguien (Marcos 15:7; Lucas 23:19). Si fuera el caso de que Barrabás fuera conocido por haber tratado de iniciar un levantamiento contra Roma, entonces Barrabás pudo haber sido muy popular entre el pueblo judío, e incluso considerado como un héroe judío. Sin embargo, en este contexto, era culpable si se comparaba con Jesús, ya que Pilato creía que Jesús no representaba ninguna amenaza para el gobierno romano. Lo más probable es que este hombre iba a ser crucificado ese mismo día.
Muchos manuscritos de Mateo dicen que el prisionero culpable se llamaba "Jesús Barrabás", lo que significa que tenía el mismo nombre que Jesús de Nazaret. Pilato estaba a punto de ofrecerle a la gente elegir entre un Jesús que la gente sabía que era inocente y uno que sabían que era culpable, y finalmente elegirían rechazar al Mesías (Mateo 27:21–23). El mundo rechazó la bondad y decidió favorecer a alguien que era más de su agrado.
Mateo 27:11–26 describe el juicio de Jesús ante el gobernador romano Poncio Pilato. Los líderes religiosos judíos le pidieron a Pilato que condenara a muerte a Jesús, y no dejaron de acusarlo en ningún momento. Pilato se asombró de que Jesús permaneciera en silencio sin apenas decir nada para intentar defenderse. Después, Pilato les ofreció a las multitudes de la Pascua la elección entre liberar a Jesús o liberar a Barrabás. Finalmente, eligieron a Barrabás y pidieron que Jesús fuera crucificado. Pilato reconoció la disputa obvia que estaba impulsando este tipo de persecución, y estaba más preocupado por el orden civil que por el hecho de que se hiciera justicia. Pilato finalmente accedió a que ejecutaran a Jesús, pero a cambio de no recibir ningún tipo de responsabilidad de haberlo hecho. Para leer más detalles sobre este momento, puede leer Marcos 15:1–15, Lucas 23:1–25 y Juan 18:28—19:16.
Cuando Judas se enteró de que Jesús había sido condenado, se arrepintió de haber traicionado al Señor. Entonces, tiró el dinero que se había ganado haciéndolo y se ahorcó. Jesús se presentó ante Pilato, quien no pudo encontrar nada de qué acusarlo. Debido a esto, la gente comenzó a gritar para que liberaran a un asesino convicto en lugar de a Jesús. Un grupo de soldados se burló de Jesús y luego lo crucificaron. En la cruz, también se burlaron de él porque dijeron que no podía salvarse a sí mismo. Después de tres horas de una oscuridad intensa, Jesús murió, y fue enterrado por uno de Sus seguidores en una tumba que no había sido usada anteriormente. Para evitar que alguien robara el cuerpo, unos soldados se quedaron vigilando la tumba.