¿Qué significa Mateo 27:10?
Esto concluye la profecía que Mateó comenzó a describir en el versículo anterior (Mateo 27:9). Las palabras se parecen mucho a Zacarías 11:11–13. Sin embargo, Mateo le atribuye formalmente la predicción profética al profeta Jeremías. Los estudiosos de la Biblia notan que hay paralelos directos entre la historia de Judas y el contenido de Jeremías 19:1–13. Es probable que Mateo hiciera referencia a ambos profetas al considerar que ambos lo profetizaron divinamente, pero solo decidió mencionar al más destacado de los dos. De hecho, esto parece haber sido una práctica normal de la época, ya que Marcos 1:2–3 hace algo similar al citar a Isaías y a Malaquías al mismo tiempo.La idea principal de Mateo, sin embargo, estaba en el contenido de la profecía. Esas declaraciones se relacionan estrechamente con la historia de la muerte de Judas y la compra del campo del alfarero (Mateo 27:3–8), lo que evidencia aún más que Jesús es el Mesías. Mateo, especialmente, tuvo mucho cuidado a la hora de conectar las profecías del Antiguo Testamento con muchos momentos de la vida y el ministerio de Jesús con el fin de establecer la validez de las afirmaciones que Jesús compartió acerca de Su divinidad. Al hacer esto, los lectores judíos lo tendrían mucho más fácil a la hora de creer que Jesús era y es el Mesías.
Mateo 27:3–10 nos revela el profundo arrepentimiento que Judas sintió por haber traicionado a Jesús. Judas intentó devolverles las 30 piezas de plata a los principales sacerdotes y ancianos que le pagaron para traicionar a Jesús, pero estos las rechazaron y tampoco mostraron ningún tipo de interés por lo que Judas les estaba diciendo. Judas arrojó el dinero en el templo y se ahorcó. Los sacerdotes usaron el dinero para comprar un campo para enterrar a los extranjeros, y lo llamaron: el Campo de Sangre. Mateo afirma que todo esto cumplió una profecía y cita un pasaje de Zacarías. El libro de los Hechos también nos habla sobre la muerte de Judas (Hechos 1:16–20).
Cuando Judas se enteró de que Jesús había sido condenado, se arrepintió de haber traicionado al Señor. Entonces, tiró el dinero que se había ganado haciéndolo y se ahorcó. Jesús se presentó ante Pilato, quien no pudo encontrar nada de qué acusarlo. Debido a esto, la gente comenzó a gritar para que liberaran a un asesino convicto en lugar de a Jesús. Un grupo de soldados se burló de Jesús y luego lo crucificaron. En la cruz, también se burlaron de él porque dijeron que no podía salvarse a sí mismo. Después de tres horas de una oscuridad intensa, Jesús murió, y fue enterrado por uno de Sus seguidores en una tumba que no había sido usada anteriormente. Para evitar que alguien robara el cuerpo, unos soldados se quedaron vigilando la tumba.