¿Qué significa Mateo 27:1?
Durante un juicio simulado rápido, el cual se llevó a cabo de noche en la casa del sumo sacerdote, Jesús había sido declarado culpable y condenado a muerte. Parte de las personas que lo condenaron eran miembros del consejo gobernante judío conocido como el Sanedrín. Usando citas del Salmo 110:1 y Daniel 7:13, Jesús había "confesado" ser el Mesías, el Cristo, el Hijo de Dios. Como los líderes religiosos judíos se negaron a creer que esto era cierto, lo condenaron a muerte por blasfemia (Mateo 26:57–68).Sin embargo, ese juicio no había sido técnicamente legal. La ley judía tradicional de esa época requería que cualquier juicio que se relacionara con un delito que se mereciera la pena de muerte se debía celebrar abiertamente de día, y normalmente en el templo. Entonces, cuando llegó la mañana, se convocó un segundo "juicio" ceremonial, durante el que simplemente reafirmaron el veredicto al que todos habían llegado al amparo de la noche (Juan 11:53): Jesús debía ser ejecutado.
Mateo 27:1–2 describe brevemente los eventos que tuvieron lugar durante la mañana siguiente a la condena de Jesús que había ocurrido durante esa misma noche. El procedimiento legal judío de la época requería que el juicio por pena de muerte se llevara a cabo durante el día. Por el bien de las apariencias, el concilio volvió a condenar a Jesús y lo sentenció a muerte. Sin embargo, en realidad no tenían la autoridad para llevar a cabo una sentencia de esas características, ya que necesitaban el apoyo de los romanos para hacer eso. Entonces, ataron a Jesús y se lo llevaron a Pilato, el gobernador romano de la región, con la esperanza de que aceptara ejecutar a Jesús. Marcos 15:1, Lucas 23:1 y Juan 18:28 nos describen esa misma escena.
Cuando Judas se enteró de que Jesús había sido condenado, se arrepintió de haber traicionado al Señor. Entonces, tiró el dinero que se había ganado haciéndolo y se ahorcó. Jesús se presentó ante Pilato, quien no pudo encontrar nada de qué acusarlo. Debido a esto, la gente comenzó a gritar para que liberaran a un asesino convicto en lugar de a Jesús. Un grupo de soldados se burló de Jesús y luego lo crucificaron. En la cruz, también se burlaron de él porque dijeron que no podía salvarse a sí mismo. Después de tres horas de una oscuridad intensa, Jesús murió, y fue enterrado por uno de Sus seguidores en una tumba que no había sido usada anteriormente. Para evitar que alguien robara el cuerpo, unos soldados se quedaron vigilando la tumba.