¿Qué significa Génesis 30:41?

Jacob y Labán han llegado a un acuerdo para que Jacob se hiciera el dueño de todas las cabras rayadas, manchadas y moteadas, así como de las ovejas negras que nacieran dentro del rebaño. Normalmente, ese sería un porcentaje bastante pequeño de animales, y un porcentaje de animales muy alto para el codicioso Labán. Labán, que también era deshonesto y engañoso, intentó hacerlo aún más pequeño al sacar inmediatamente todos los animales descoloridos que había en el rebaño antes de que comenzara a llevarse a cabo el plan de Jacob (Génesis 30:25–36).

Sin embargo, el Señor bendijo la estrategia de Jacob para hacer que las cabras de un solo color dieran a luz cabras de colores mixtos y hacer que las ovejas blancas dieran a luz ovejas negras. Jacob influyó en los animales colocando varas de árboles peladas en frente del rebaño mientras se reproducían. Así que cuando las cabras fuertes se apareaban, Jacob se aseguró de que miraran las varas que había pelado y colocado delante de ellas. Tal y como se nos dirá más adelante, esto no se debe a que Jacob, o las Escrituras, realmente creyeran que tales técnicas influían de alguna manera en la reproducción de los animales. Más bien, Dios ya le había dicho a Jacob que esto sucedería, y el uso de las varas era simplemente una manera tangible de manifestar la bendición de Dios (Génesis 31:7–12).

Tal y como nos lo revelará el siguiente versículo, Jacob quitó las varas cuando los animales más débiles se estaban reproduciendo. Esta crianza selectiva aseguró que los animales de Jacob fueran más fuertes, mientras que los de Labán se debilitarían cada vez más.