¿Qué significa Marcos 14:60?
Jesús está siendo juzgado ante el Sanedrín, el cual representa al gobierno judío. El Sanedrín ha recurrido al perjurio en su intento de culpabilizar a Jesús de un delito capital (Mateo 26:59). Primero llevan a Jesús ante Anás, el ex sumo sacerdote, quien provoca a Jesús acerca de Sus enseñanzas. Este es un intento de hacer que se incriminara a sí mismo (Juan 18:19). Jesús se niega, diciéndole que los hombres que los rodean habían escuchado Sus enseñanzas y deberían testificar si Jesús había dicho algo malo (Juan 18:20–21). Cualquier delito capital debe ser corroborado por el testimonio de dos testigos, y ese testimonio debe coincidir.Anás envía a Jesús ante Caifás, el yerno de Anás y el actual sumo sacerdote. Aunque se presentan muchos testigos, ninguno de sus testimonios coincide. Esto no nos sorprende, ya que los testigos habrían sido entrevistados individualmente y todos estaban mintiendo (Marcos 14:56).
Mientras se da este falso testimonio, Jesús permanece en silencio, cumpliendo con la profecía de Isaías 53:7, la profecía del Siervo Sufriente. A lo largo de Su ministerio, Jesús se ha referido a sí mismo como el "Hijo del Hombre", un término que se toma de Daniel 7:13–14. Daniel profetizó que el Anciano entrado en años le dará "…el dominio, la gloria y el reino, para que todos los pueblos y naciones y lenguas le sirvieran. Y su dominio es eterno y nunca tendrá fin, y su reino jamás será destruido". Los discípulos han aceptado con entusiasmo la identidad de Jesús como el Hijo del Hombre y esperan el establecimiento de Su reino (Marcos 10:35–37).
A los discípulos les cuesta más aceptar que el Hijo del Hombre también pueda ser el Siervo sufriente. Pedro incluso le dice a Jesús que está equivocado (Marcos 8:31–33). Aquí, en este juicio, mientras Juan y Pedro están observando (Pedro desde otro patio), deben comenzar a comprender todo. Jesús no abre la boca para defenderse de las acusaciones falsas (Marcos 14:61; Isaías 53:7). Muy pronto, Jesús acabará cumpliendo el resto del capítulo 53 de Isaías.
