¿Qué significa Marcos 14:20?
Juan añade más detalles sobre esta situación. Jesús dice más específicamente: "es aquel a quien yo le dé el pan mojado" (Juan 13:26). Luego se lo da a Judas. En ese momento, Satanás entra en Judas, Jesús despide a Judas y Judas se va para coordinarse con los sacerdotes (Juan 13:27, 30). Dado que ninguno de los evangelios registra tanto la salida de Judas como la Cena del Señor, no se sabe si Judas estuvo presente físicamente durante la Cena del Señor (Marcos 14:22–25). Juan 13:21–30 sugiere que Judas se va inmediatamente después de que Jesús les advierte a todos sobre lo que está a punto de ocurrir. Centrándose en otros detalles, Juan no menciona la Cena del Señor, por lo que es imposible saberlo con certeza. La "salsa" que Jesús usa para el pan son las hierbas amargas que son parte de la ceremonia de la Pascua, no el vino que representa la sangre de Jesús. Si Judas hubiera estado presente durante la Cena del Señor, esto demuestrarpia el hecho de que asistir a un ritual no salva el alma de una persona.Incluso si Judas no hubiera estado presente para la Cena del Señor, compartir esa comida específica con Jesús sigue siendo una gran traición personal y cultural. En la cultura del Medio Oriente, la mesa era un lugar sagrado. Compartir una comida con alguien significaba que el anfitrión les prometía a sus invitados que los protegería. Judas está tan atrapado en sus propios deseos que ni las costumbres culturales ni la lealtad personal llegó a evitar que siguiera con su plan. Puede que sea Satanás quien lo haga levantarse y salir por la puerta, pero Judas es el único responsable de que haya seguido a Jesús durante tres años y ahora quiera organizar su arresto solo por dinero.
En cambio, Pedro está ahí. Pedro acepta el pan y el vino de Jesús y se compromete a permanecerle fiel (Marcos 14:29–31). Finalmente, no lo hará, por supuesto. Pedro se sentará a la mesa de Jesús y aceptará la primera comunión, y horas después negará haber conocido a Jesús (Marcos 14:66–72). Su debilidad, sin embargo, no se puede comparar a la apostasía de Judas. Pedro finalmente será perdonado y restaurado (Juan 21:15–19), y recibirá la morada del Espíritu Santo (Hechos 2:1–4), se convertirá en un predicador poderoso (Hechos 2:14–41) y, dice la leyenda, será crucificado boca abajo por su devoción hacia Jesús.
Judas representa fielmente la definición de lo que es un apóstata: alguien que escucha el evangelio, lo comprende hasta cierto punto y lo rechaza categóricamente. Pedro nos representa a todos los creyentes: aceptamos a Cristo, pero debemos regresar continuamente con él en arrepentimiento por nuestras debilidades. Afortunadamente, Jesús siempre está dispuesto a perdonar a quienes se lo piden con sinceridad.
Marcos 14:12–21 describe la noche del 14 de Nisán, cuando Jesús y los discípulos celebran la Pascua. Este es un evento que Jesús ha estado esperando fervientemente (Lucas 22:15). Después de la Pascua judía tradicional, Jesús hará una transición hacia la nueva Cena del Señor. También identificará a Judas como Su traidor y lo despedirá para coordinar su arresto con los sacerdotes (Juan 13:21–30). Los otros discípulos todavía sienten curiosidad por saber cuándo liberaría Jesús a Israel. Este relato también se registra en Mateo 26:17–25 y Lucas 22:7–13, 21–23; Juan entra en gran detalle sobre otros aspectos, particularmente sobre lo que Jesús enseña, en Juan 13–17.
Jesús es ungido en una anticipación simbólica de Su muerte. Judas decide cooperar en secreto con los líderes religiosos locales para arrestar a Jesús en secreto. Durante la comida de la Pascua, Jesús predice la traición por parte de Judas y la negación de Pedro. Jesús también instituye la Cena del Señor, también conocida como la comunión. Después de orar en el Monte de los Olivos, Jesús es capturado cuando Judas lo identifica junto a una muchedumbre hostil enviada por las autoridades judías. Jesús aguanta un juicio corrupto y prejuicioso que termina en una condena por blasfemia. Pedro, temiendo por su vida, miente acerca de conocer a Jesús, y más tarde recuerda la predicción de Jesús y rompe a llorar.