¿Qué significa Génesis 50:25?
José, quien ya tenía 110 años, se estaba muriendo (Génesis 50:22). En el versículo anterior, le aseguró a su familia que no estaban destinados a permanecer en Egipto para siempre. Dios los acabaría visitando y se los llevaría de regreso a Canaán. Dios acabaría cumpliendo la promesa que les había hecho a Abrahán, Isaac y a su padre Jacob de darles a Su pueblo la tierra de Canaán para que se hicieran dueños de ella (Génesis 17:5–8).Debido a que José creía en esto tan fervientemente, siguió los mismos pasos de su padre. Para ello, hizo que "los hijos de Israel" hicieran un juramento solemne (Génesis 35:10–11), una expresión que probablemente se refiere a los jefes de cada una de las tribus de Israel. Ellos debían jurarle llevar sus restos de regreso a Canaán después de que Dios volviera para llevárselos de vuelta a casa. Su padre, Jacob, quiso ser enterrado inmediatamente en Canaán (Génesis 49:29–30). El cuerpo de José permanecería en Egipto, pero no para siempre.
La petición se pudo hacer, en parte, porque José sabía que su cuerpo sería embalsamado por los egipcios. Aunque pasarían varios cientos de años, sus huesos conservarían su estructura lo suficiente como para poder ser transportados a Canaán cuando llegara el momento de hacerlo (Éxodo 13:19).
Génesis 50:22–26 nos describe el final de la vida de José. José tenía 110 años y había vivido hasta el punto de ver a sus tataranietos. Antes de morir, le aseguró a su familia que las promesas que Dios le había hecho a Abrahán, Isaac y Jacob seguían estando vigentes. Un día, Dios los llevaría de vuelta a Canaán. José hizo que su familia jurara que se llevaría sus restos de regreso a la Tierra Prometida. Después de que José muriera, embalsamaron y colocaron su cuerpo en un ataúd.
Génesis 50 comienza con José llorando sobre el cuerpo de su padre, seguido del embalsamamiento de Jacob, un período de duelo de estado de 70 días y un viaje a Canaán para enterrar a Jacob junto a sus padres. Los hermanos de José, preocupados de que se vengara de ellos por haberlo vendido como esclavo en el pasado, buscaron el perdón de José. José les aseguró que no les haría daño. Después, el capítulo salta hasta el final de la vida de José. Después de asegurarle a su pueblo que Dios los devolvería a Canaán algún día, José murió y fue embalsamado.