¿Qué significa Génesis 50:24?
El hermano menor al que sus hermanos odiaban y vendieron como esclavo (Génesis 37:26–28) ha pasado los últimos ochenta años como gobernante de Egipto (Génesis 41:44–46; 50:22). José vivió una vida larga y próspera y, al final, su perspectiva era la misma que la de su padre Jacob. Egipto se había portado bien con José y su familia (Génesis 47:5–6), pero el pueblo de Dios no estaba destinado a permanecer allí para siempre.Proféticamente, José le dijo a su familia que Dios los visitaría en algún momento en el futuro. El Señor cumpliría las promesas que les había hecho a Abrahán, Isaac y Jacob (Génesis 17:5–8). Eso significaba que el Señor iba a sacar al pueblo de Israel (Génesis 35: 10–11) de Egipto y les permitiría regresar a Canaán para hacerse cargo de esa tierra.
La mención de los hermanos de José aquí podría estar refiriéndose a sus hijos o los jefes representativos de sus familias. En realidad, se desconoce cuántos hijos de los doce originales aún vivían cuando José cumplió 110 años. Diez de sus hermanos eran mayores que él, y solo Benjamín era más joven. Lo más probable es que al menos algunos de los hermanos mayores ya hubieran fallecido.
Génesis 50:22–26 nos describe el final de la vida de José. José tenía 110 años y había vivido hasta el punto de ver a sus tataranietos. Antes de morir, le aseguró a su familia que las promesas que Dios le había hecho a Abrahán, Isaac y Jacob seguían estando vigentes. Un día, Dios los llevaría de vuelta a Canaán. José hizo que su familia jurara que se llevaría sus restos de regreso a la Tierra Prometida. Después de que José muriera, embalsamaron y colocaron su cuerpo en un ataúd.
Génesis 50 comienza con José llorando sobre el cuerpo de su padre, seguido del embalsamamiento de Jacob, un período de duelo de estado de 70 días y un viaje a Canaán para enterrar a Jacob junto a sus padres. Los hermanos de José, preocupados de que se vengara de ellos por haberlo vendido como esclavo en el pasado, buscaron el perdón de José. José les aseguró que no les haría daño. Después, el capítulo salta hasta el final de la vida de José. Después de asegurarle a su pueblo que Dios los devolvería a Canaán algún día, José murió y fue embalsamado.