¿Qué significa Génesis 27:17?
Este es el momento de la verdad para ver si el plan de Rebeca de engañar a Isaac para que le diera la bendición familiar a Jacob en lugar de Esaú iba a funcionar o no (Génesis 27:6–10). Rebeca favorecía muchísimo más a su hijo menor (Génesis 25:28), y sabía que Dios había profetizado que Jacob sería el hermano que acabaría dominando al otro (Génesis 25:23). En lugar de confiar en Dios, Rebeca y Jacob están "ayudándole" a Dios a cumplir Su voluntad de la manera que ellos creían que Dios mismo debía hacerlo.En ese momento, mientras Esaú todavía estaba buscando o preparando la deliciosa comida que su padre le había pedido (Génesis 27:2–4), se pusieron manos a la obra. Rebeca había preparado la comida y ya estaba lista para ser entregada. De hecho, la trama dependía realmente de la ceguera de Isaac (Génesis 27:1). Rebeca ha vestido a Jacob con la ropa de Esaú, para que oliera como su hermano mayor, y ha cubierto sus suaves brazos y cuello con piel de cabra peluda para que, al tacto, se sintiera como su hermano Esaú.
Todo lo que quedaba era enviar a Jacob y ver si el plan acababa funcionando o no. ¿Creerá Isaac que Jacob es Esaú el tiempo suficiente como para bendecirlo?
Génesis 27:1–29 describe la manera en que la bendición de la familia de Abrahán pasó a descansar en Jacob, el segundo hijo de Isaac, en lugar de hacerlo sobre Esaú, su primogénito. Isaac tenía la intención de bendecir a su hijo favorito, Esaú. Entonces, Rebeca le ordenó a Jacob que se hiciera pasar por Esaú para obtener la bendición para sí mismo. Isaac casi se dio cuenta de toda esta trama, pero finalmente, el olor de la ropa Esaú que Jacob se había puesto, y la piel de cabra peluda, que se parecía a la piel Esaú, lo convenció de que Jacob era de hecho Esaú. Isaac finalmente bendijo a Jacob, una bendición que será crucial en el desarrollo del plan divino de Dios en el futuro.
El plan de Isaac de bendecir a su hijo favorito, Esaú, se vio frustrado por las acciones de Rebeca, la esposa de Isaac, y las de su otro hijo, Jacob. Jacob se hizo pasar por Esaú para así recibir la bendición de su padre Isaac. La oración de bendición para Jacob, de la cual formaban parte tanto riquezas como el dominio sobre todos sus hermanos, se acabó cumpliendo aún habiendo comenzado de la manera que lo hizo. Esaú se quedará con una bendición que nos sonará más como una maldición y finalmente hará un plan para asesinar a su hermano. Debido a esto, Jacob se verá obligado a huir para así conservar su vida.