¿Qué significa Mateo 26:44?
Jesús estaba pasando por un torbellino emocional, y estaba experimentando una agonía casi incomprensible (Mateo 26:37–38; Marcos 14:34; Lucas 22:44) debido al sufrimiento que experimentaría en las próximas horas (Mateo 16:21). Jesús sabía que el juicio de Dios por los pecados de la humanidad iba a caer sobre Él. Además, también sabía que iba a experimentar algún tipo de cambio en la relación que tenía con Dios el Padre (Mateo 26:46) durante este tiempo.La manera en que Cristo responde a estas tensiones inimaginables es un modelo para todos los creyentes. Después de decirles a Sus discípulos más cercanos lo que estaba sintiendo, Jesús se alejó para orar solo, boca abajo en el suelo en una posición de absoluta humildad y respeto.
Su oración fue muy específica: le dijo a Dios Padre lo que Él quería: que ese sufrimiento no cayera sobre Él si fuera posible. Sin embargo, segundos después, Jesús también se sometió a la voluntad de Dios Padre, y dijo que la voluntad del Padre era mucho más importante que la Suya (Mateo 26:39–40). Es de notar que Jesús no hiciera esta oración solo una vez, sino que lo hizo tres veces.
De hecho, esto no ocurrió debido a que Dios no supiera los deseos o el corazón de Su propio Hijo. Jesús lo hizo tres veces porque orar a Dios es una forma de compartir con Él nuestras cargas mentales y emocionales. Pablo dice algo similar acerca de los creyentes que estén preocupados por alguna razón (Filipenses 4:4–7).
Nosotros no somos Jesús, por supuesto, y todo esto es un misterio para nosotros en última instancia. El Hijo de Dios le estaba pidiendo a Dios Padre que no tuviera que beberse la copa que había venido a beberse a la Tierra. También se estaba sometiendo, voluntaria y obedientemente, a lo que el Padre quería que ocurriese. ¿Cuál es la relación que existe entre estas dos personas, quienes en realidad son la misma persona? Quizás todo esto esté más allá de nuestra capacidad humana para entenderlo en este lado de la eternidad. Lo que sí sabemos es que Jesús, debido a que era un ser completamente humano (Hebreos 4:15), estaba expresando emociones muy humanas de una manera perfecta y sin pecado.
Mateo 26:36–46 nos dice que Jesús y los discípulos llegaron a un lugar llamado Getsemaní, en el Monte de los Olivos. Jesús se lleva a Pedro, Jacobo y Juan, y luego le ora a Dios Padre con una angustia increíblemente intensa. Jesús ora para que lo que estaba a punto de ocurrir no tuviera que ocurrir, pero, ante todo, ora y se somete enteramente a la voluntad de Dios Padre. Los discípulos no pueden permanecer despiertos, a pesar de que Jesús los despertó varias veces. Jesús oró tres veces, antes de finalmente ver a Judas, el traidor, acercándose con una multitud para arrestarlo. Estos eventos tambiÉn se describen en Marcos 14:32–42 y Lucas 22:39–46.
Los líderes religiosos judíos conspiraron juntos para arrestar y matar a Jesús, y Judas Iscariote los ayudó, quien decidió traicionar voluntariamente a Jesús. Una mujer unge a Cristo con aceite durante una cena en Betania. A continuación, Jesús y los discípulos celebran la cena de Pascua en un aposento alto donde Jesús predice que lo iban a arrestar e introduce el sacramento de la comunión. Entonces Jesús ora con una agonía inimaginable en el jardín de Getsemaní antes de ser traicionado por Judas y ser capturado por los líderes judíos. Los discípulos acaban dispersándose. Jesús afirma explícitamente ser divino ante el sumo sacerdote, y finalmente lo declaran culpable de blasfemia y lo sentencian a muerte. Mientras esto sucede, Pedro niega conocer a Jesús hasta tres veces y huye de la escena avergonzado.