¿Qué significa Génesis 49:18?
Jacob ha estado compartiendo una profecía sobre los futuros descendientes de cada uno de sus doce hijos uno tras otro (Génesis 49:1–2). Acaba de describir el futuro del pueblo de su hijo Dan (Génesis 49:16–17), y después dijo esto de forma inesperada, tanto que rompió el patrón del pasaje. Este comentario se hizo después de que Jacob mencionara a siete de sus hijos. Sin embargo, Jacob no parece dividir a sus hijos en dos grupos distintos, ni tampoco parece haber un cambio de estilo en la manera en que se estaba comunicando.Quizás esta sea una continuación de la profecía sobre Dan, la tribu que juzgaría y justificaría al pueblo. Es posible interpretar esos comentarios como un comentario negativo sobre la manera en que la tribu de Dan caería en la idolatría (Jueces 18:27–31). Jacob también podría haber estar orando para que el Señor ayudara a su pueblo durante esos tiempos difíciles que estaban por venir.
Lo más probable es que la repentina exclamación de Jacob de esperar la salvación del Señor les sirviera como un recordatorio importante para sus hijos. Quizás Jacob estaba pidiéndole al Señor que ayudará a su pueblo en el futuro. La salvación solo vendría del Señor, no del poder de las tribus de Israel. Israel (Génesis 35:10–11) esperará a que el Mesías traiga la liberación final mediante la redención de Su pueblo (Lucas 2:38).
Génesis 49:13–21 registra las profecías que Jacob compartió desde su lecho de muerte, esta vez con respecto a seis de sus hijos: Zabulón, Isacar, Dan, Gad, Aser y Neftalí. Estas profecías son relativamente breves y no son del todo positivas. Si bien Jacob se dirige a los primeros cuatro (Génesis 49:3–12) y los últimos dos (Génesis 49: 22–27) de sus hijos en orden de nacimiento, no hay una clasificación obvia dentro de sus comentarios en este pasaje. En comparación con las otras tribus, estas tribus jugarían un papel menos importante en el futuro de Israel.
Génesis 49 contiene los últimos comentarios proféticos de Jacob. En forma de poesía, Jacob pronuncia "bendiciones" positivas y negativas sobre cada uno de sus 12 hijos y las personas que vendrían de ellos. Rubén, Simeón y Leví deben rendir cuentas por sus pecados pasados. Judá se describe como un león; la línea real vendría de su pueblo. A José y a su descendencia se les ofrecen muchas bendiciones. Una vez que se completa el oráculo, Jacob les ordena a sus hijos que lo entierren con sus padres en Canaán. Finalmente, Israel (Génesis 35:10–11) exhala su último suspiro y muere.