¿Qué significa Mateo 12:30?
Jesús acaba de reprender a los fariseos (Mateo 12:25–28) por haberlo acusado de expulsar demonios gracias al poder de Satanás (Mateo 12:22–24). Sin embargo, era exactamente lo contrario. Jesús dijo en el versículo anterior, en forma de analogía que, para llevar a cabo Su obra en la Tierra, primero tenía que atar al "hombre fuerte", es decir, a Satanás, para poder saquear el dominio de Satanás en la Tierra (Mateo 12:29).En otras palabras, Jesús vino a la tierra para invitar a las personas a formar parte del reino de Dios a través del poder del Espíritu Santo (Mateo 12:28). Aquellos que lo reciben por fe serán rescatados del dominio de las tinieblas de Satanás y formarán parte del reino de Jesús (Colosenses 1:13). Al contrario de la acusación de los fariseos, Jesús les estaba diciendo a ellos y a las multitudes que estaban escuchando que Él estaba actuando en contra de los intereses de Satanás.
Entonces, Jesús miró a los fariseos a los ojos y les puso un límite: "quien no esté con Él, estará en su contra". Quien no le ayude en Su misión de invitar a las personas a Su reino, será culpable de dispersarlos. Eso significa que los fariseos, debido a que querían matar Jesús, se pusieron en contra del Espíritu Santo y del reino de Dios. Junto con Satanás, se pusieron en contra de la obra de Dios.
Jesús hizo esta declaración absoluta como una advertencia para todos los que la escucharon. No hay nadie que pueda permanecer neutral con el tema de Jesús (Hechos 4:12). Jesús les exige una plena aceptación y participación en Su misión a aquellos y aquellas que están con Él. Cualquiera que no se une a Él está en su contra, sin importar si esa persona quiera o no tener una opinión al respecto (Juan 3:36).
Marcos cita a Jesús diciendo que esto mismo, cuando se dice en términos positivos, también es verdad. En una ocasión en que Sus discípulos estaban preocupados porque alguien estaba expulsando demonios en el nombre de Jesús, y esa persona no era uno de ellos, Jesús les dijo que no detuvieran al hombre: "el que no está contra nosotros, está a favor de nosotros", dijo Jesús (Marcos 9:40).
