¿Qué significa Mateo 12:28?

Jesús ha demostrado que las calumnias que los fariseos estaban diciendo sobre esto, que Él expulsaba demonios usando el poder de Satanás, eran ridículas (Mateo 12:22–24). Primero, eso significaría que Satanás estaría peleando una batalla contra sí mismo. En segundo lugar, eso cuestionaría el poder que los fariseos usaban para hacer exorcismos (Mateo 12:25–27).

Ahora Jesús añade que a los fariseos se les estaba escapando la idea más importante sobre esto. Si Él verdaderamente estaba expulsando demonios usando el poder del Espíritu Santo de Dios, entonces eso significaba que el reino de Dios por fin había llegado. Por supuesto, esta es exactamente la conclusión a la que los fariseos no querían llegar. El problema aquí no era simplemente que ellos "no creyeran", si no que ellos "no querían" creer en Jesús.

Cristo no dejó duda al respecto. Jesús expulsaba demonios gracias al Espíritu de Dios. Los judíos creían que el Espíritu de Dios había dejado a Israel después de que los profetas murieran cientos de años antes. Si el Espíritu había regresado y estaba obrando a través de Jesús, como obviamente lo estaba haciendo, la hora del Mesías había llegado. Más que eso, el Rey había venido y el reino de Dios se había iniciado, aunque no se hubiera establecido completamente.

La habilidad de Jesús para expulsar demonios era increíblemente eficaz, lo cual era evidencia de que Él era y es el Mesías y el Rey. Las personas que hicieron todo lo posible para no creerlo estaban totalmente perdidos, tanto emocional como espiritualmente.