¿Qué significa Génesis 42:32?
Los hijos de Jacob le están contando lo que había sucedido cuando intentaron comprar trigo en Egipto (Génesis 42:1–5). El señor de aquella tierra los acusó de ser espías (Génesis 42:6–12). En realidad, no se dieron cuenta de que el hombre ante el que se habían inclinado era realmente el hermano al que habían vendido como esclavo hacía ya veinte años (Génesis 37:28). Cuando José les exigió que dejaran a uno de los hermanos allí y le trajeran a su hermano menor para demostrar su inocencia (Génesis 42:18–19, 24), todos los hermanos reconocieron que Dios los estaba castigando por lo que le habían hecho a José en el pasado (Génesis 42: 21–22).Intentando tranquilizar a José, a quien solo conocían como visir egipcio, los hermanos le dijeron que todos eran hijos de un mismo padre. Además, añadieron el detalle de que tenían dos hermanos más (Génesis 42:13), uno que daban por muerto, es decir, José, y otro que se había quedado con su padre: Benjamín, el menor. El hecho de que dijeron que Benjamín estaba con su padre en casa (Génesis 43:6) provocó que tuvieran que darle otra mala noticia a su padre en referencia a esa misma situación (Génesis 42:33).
Génesis 42:29–38 nos explica lo que ocurrió después del primer viaje que los hijos de Jacob hicieron hacia Egipto para comprar trigo durante una hambruna. Allí, el gobernador les permitió irse solo si decidieran dejar a Simeón en prisión, y además les pidió que trajeran a Benjamín para demostrar que estaban diciendo la verdad sobre su familia. También descubrieron, para su horror, que el dinero que le pagaron al gobernador por el trigo todavía estaba en sus bolsas. En realidad, no sabían que el gobernador era José, su propio hermano (Génesis 37:28). Sin embargo, Jacob se negó a arriesgarse a perder a otro hijo y les prohibió a sus hijos llevarse a Benjamín de vuelta a Egipto.
Génesis 42 describe el momento en el que José vio a sus hermanos por primera vez desde que lo vendieron como esclavo hacía ya 20 años. Han venido a Egipto para comprar algo de trigo y no lo reconocieron. José no dijo nada, y les habló con brusquedad e insinuó que podrían ser espías. José les permitió irse solo si prometían regresar con su hermano menor, Benjamín. José se quedó con Simeón como garantía, pero los envió de vuelta con sacos llenos de trigo para el resto de su familia. También les devolvió en secreto su dinero, algo que los aterrorizó cuando lo descubrieron de camino a casa. De regreso en Canaán, Jacob respondió a esta terrible noticia con amargura y un reproche vengativo.