¿Qué significa Génesis 21:34?
Anteriormente en Génesis, Dios había prometido hacer de Abrahán una gran nación y darles a los descendientes de Abrahán toda la tierra de Canaán (Génesis 12:1–3). Durante gran parte de la vida de Abrahán, eso parecía muy poco probable, al menos desde una perspectiva humana. Ahora, sin embargo, al menos esta promesa había comenzado a cumplirse. Isaac había nacido, un nacimiento milagroso de un niño que fue concebido por una pareja que había sobrepasado por muchos años la edad óptima para que los hombres y las mujeres tuvieran hijos en ese momento (Génesis 21:1–3). Abrahán ahora era dueño formal de un pozo en Canaán y había llegado a un acuerdo de pacto con el rey de Gerar, Abimelec (Génesis 21:22–31).Abrahán continuó viviendo en esta región de Berseba durante "mucho tiempo". Esta área se llama "la tierra de los filisteos". Esto puede deberse a que las personas que vivían allí en los días de Abrahán eran los antepasados de los que más tarde se llamarían filisteos. También es posible que el escritor se esté refiriendo a esta región con el nombre de quienes luego la ocuparían.
Génesis 21:22–34 nos describe el momento en que Abrahán y Abimelec hicieron un pacto entre ellos. Abimelec le había ofrecido previamente algo de tierra a Abrahán para que se asentara en ella. Ahora el rey deseaba formalizar su relación. Abrahán jura que no volverá a engañar a Abimelec ni a su descendencia, y que tratará con bondad a todos los habitantes de la tierra. Abimelec acepta que Abrahán sea el propietario de un pozo en el lugar que se conoce como Berseba, que significa "pozo de siete" o "pozo del juramento".
El Señor hizo lo que había prometido. Sara, que ahora tiene 90 años, dio a luz a Isaac, el niño que tanto había esperado. Sin embargo, su alegría se agria por el temor de que Isaac tuviera que compartir la herencia con Ismael. En obediencia al Señor, quien prometió proteger a Ismael, Abrahán los envía a él y a su madre, Agar, al desierto. Dios los rescata y renueva su promesa de hacer de Ismael una gran nación por derecho propio. Mientras tanto, Abimelec, rey de Gerar, se acerca a Abrahán para hacer un pacto permanente entre ellos y sus descendientes. El acuerdo incluye la posesión de un pozo por parte de Abrahán, en un lugar que se conocerá como Berseba.