¿Qué significa Génesis 21:33?
En los versículos anteriores, Abrahán aceptó formalmente hacer un pacto con Abimelec, el rey de Gerar (Génesis 21:22–24). Como parte de este acuerdo, Abrahán le dio siete corderas a Abimelec para asegurarse el derecho a convertirse en el dueño de un pozo que él mismo había cavado. El problema fue que, durante algún momento en el pasado, algunos hombres de Abimelec vinieron y se lo quitaron (Génesis 21:25).Habiendo asegurado los derechos de propiedad del pozo en Berseba, Abrahán comienza a echar raíces, por así decirlo, plantando un tamarisco. Los árboles de tamarisco podían alcanzar los 30 pies de altura y proporcionaban una excelente sombra en el clima desértico de la región. La plantación de un árbol requería una fuente de agua confiable, y esto simboliza aún más la importancia de esta ubicación.
La plantación de este árbol puede haber estado relacionada con la invocación de Abrahán del nombre "El-Olam", el Dios Eterno. Mucho más tarde, Isaac, el hijo de Abrahán, se encontraría con el Señor aquí en Berseba y le edificaría un altar. Berseba se convirtió en un lugar importante para los patriarcas de Israel y la nación judía.
Génesis 21:22–34 nos describe el momento en que Abrahán y Abimelec hicieron un pacto entre ellos. Abimelec le había ofrecido previamente algo de tierra a Abrahán para que se asentara en ella. Ahora el rey deseaba formalizar su relación. Abrahán jura que no volverá a engañar a Abimelec ni a su descendencia, y que tratará con bondad a todos los habitantes de la tierra. Abimelec acepta que Abrahán sea el propietario de un pozo en el lugar que se conoce como Berseba, que significa "pozo de siete" o "pozo del juramento".
El Señor hizo lo que había prometido. Sara, que ahora tiene 90 años, dio a luz a Isaac, el niño que tanto había esperado. Sin embargo, su alegría se agria por el temor de que Isaac tuviera que compartir la herencia con Ismael. En obediencia al Señor, quien prometió proteger a Ismael, Abrahán los envía a él y a su madre, Agar, al desierto. Dios los rescata y renueva su promesa de hacer de Ismael una gran nación por derecho propio. Mientras tanto, Abimelec, rey de Gerar, se acerca a Abrahán para hacer un pacto permanente entre ellos y sus descendientes. El acuerdo incluye la posesión de un pozo por parte de Abrahán, en un lugar que se conocerá como Berseba.