¿Qué significa Mateo 5:24?
Jesús ha demostrado que Dios se preocupa profundamente por los corazones de Sus seguidores. De hecho, considera que las actitudes internas, tales como la ira, son "pecado" tal y como lo son las acciones externas como el asesinato (Mateo 5:21–22). De hecho, Jesús dijo que el que insulta o condena a otro con ira está sujeto al infierno de fuego. Por lo tanto, tratar de evitar conflictos que no estén resueltos es tan importante que, de hecho, es más importante reconciliarse con esa persona antes que continuar haciendo cosas buenas por los demás (Mateo 5:23).En el versículo anterior, Jesús dijo que la persona que causa que otra se enoje es quien debe tener la iniciativa de arreglar la situación. Lo que Cristo dice que se debe hacer es dejar la ofrenda delante del altar y hacer todo lo posible para solucionar el problema antes de incluso presentar la ofrenda; es algo que se debe hacer urgentemente. Después de hacerlo, entonces uno puede volver y continuar con el proceso de adoración.
El principio general que nos presentan estos versículos es que, para estar bien con Dios, debemos estar bien con los demás. De este modo, no podemos adorar a Dios con un espíritu sincero si no nos arrepentimos primero en el caso de que hayamos ofendido a otra persona.
Mateo 5:21–26 comienza a expandir los comentarios que Jesús ha hecho acerca de la justicia. El tema subyacente aquí será que el pecado involucra más que solo las acciones físicas: también incluye nuestros pensamientos y actitudes. De hecho, es relativamente fácil decir: "yo no he matado a nadie", pero es muy difícil decir: "nunca me he enojado injustamente con otras personas". La idea aquí no es que el hecho de enojarse sea literalmente lo mismo que asesinar a alguien. Más bien, lo que se quiere decir es que la ira injusta es innegablemente un pecado en sí mismo. La verdadera justicia, la que sería necesaria para ganarse el cielo, requeriría ese nivel de perfección. Esta enseñanza no solo contrarresta la hipocresía religiosa superficial de los fariseos y los escribas, sino que subraya el hecho de que la salvación viene por gracia a través de la fe, y nunca puede ganarse a través de las buenas obras.
El Sermón del Monte contiene algunas de las enseñanzas más desafiantes de Jesús. Este sermón comienza con las bendiciones que se le ofrecen a un grupo de personas muy específico, las Bienaventuranzas. Los discípulos de Jesús deben hacer buenas obras para convertirse en una influencia poderosa en el mundo: como la sal de la tierra y la luz del mundo. La justicia superficial de los fariseos no es lo suficientemente buena como para alcanzar el cielo. Los pecados del corazón, como los insultos con ira y la lujuria intencional, son dignos del infierno tanto como el adulterio y el asesinato. El divorcio fácil y los juramentos engañosos están prohibidos. Los creyentes no deben buscar vengarse de los demás. En cambio, Dios quiere que amemos a nuestros enemigos y oremos por aquellos que nos persiguen. En resumen, debemos esforzarnos por ser perfectos, tal y como Dios es perfecto.