¿Qué significa Génesis 37:15?
José no parece darse cuenta del peligro que estaba corriendo, pero nosotros los lectores, somos plenamente conscientes de ello. La tensión sigue aumentando. El favoritismo manifiesto que Jacob sentía por José (Génesis 37: 3–4), los informes de José acerca de las acciones deshonrosas de sus hermanos (Génesis 37:2) y sus sueños (Génesis 37:5, 9) habían enfurecido a sus hermanos mayores hasta un punto de no retorno. José ha llegado ahora a Siquén (Génesis 37:12), quien había sido enviado allí por su padre. Su propósito era recopilar un informe sobre el estado de los rebaños de sus hermanos (Génesis 37:13–14). Por lo tanto, José estaba solo y aislado.Sin embargo, sorprendentemente, no podía encontrar a sus hermanos. Esto mismo nos podría estar sugiriendo una posible razón por la que Jacob envió a José para ver donde estaban los rebaños. Un extraño de la zona encontró al joven de 17 años errando por los campos y le preguntó qué estaba buscando.
Génesis 37:12–36 describe la manera en la que los hermanos increíblemente resentidos de José finalmente se deshicieron de él. Odiaban a José tanto debido al hecho de ser el favorito de Jacob (Génesis 37:3) y por los sueños que había tenido (Génesis 37:5, 9). Cuando José llega solo al campamento de sus hermanos, el cual estaba muy lejos de casa, los hermanastros vieron esto como una oportunidad para deshacerse de él. De hecho, la intervención de Rubén evitó que directamente lo mataran. En cambio, mientras Rubén estaba ausente, los hermanos les vendieron a José a unos comerciantes de esclavos que pasaban por allí y luego convencieron a su padre de que había sido asesinado por un animal salvaje. José finalmente se convirtió en un esclavo de un hogar egipcio. Génesis 39 volverá de nuevo a contarnos detalles sobre la historia de José.
Jacob amaba profundamente a su hijo José, de 17 años, pero sus hermanos, al contrario, lo odiaban con pasión, ya que Jacob les mostraba su favoritismo hacia Jacob sin tapujos. Jacob le dio a José una túnica extravagante, y José les contó a sus hermanos unos sueños que predecían que algún día su familia se inclinaría ante él. Un día, cuando se quedaron solos con José en el desierto, los hermanos decidieron matarlo. Rubén los detuvo, y les sugirió que lo arrojaran vivo a un pozo. Sin embargo, los hermanos aprovecharon un momento en el que Rubén no estaba allí para venderles a José a unos traficantes de esclavos que pasaban por allí, y luego convencieron a su padre de que José había sido asesinado por un animal salvaje. Finalmente, José acabó formando parte de la casa de un egipcio que pertenecía a nobleza de ese país.