¿Qué significa Génesis 3:17?

Después de pronunciar maldiciones sobre la serpiente/Satanás en respuesta a su engaño y sobre Eva en respuesta a su pecaminosa elección, Dios ahora se dirige a Adán. En comparación con los castigos que Dios le ha dado a Eva y la serpiente, esta maldición es más larga y detallada.

El pecado de Adán no fue, hablando de manera simplista, el de escuchar a su esposa; ya que siempre es bueno tomar un consejo piadoso (Proverbios 15:22). En cambio, Adán pecó al no oponerse y decirle la verdad a su esposa cuando ella lo invitó a participar en su pecado; y, a juzgar por la descripción de la conversación de Eva con la serpiente, por no protegerla y guiarla como debería haberlo hecho. Dios deja claro que Adán fue el único responsable de su elección de comer del árbol, y no se le permitiría salirse con la suya echándole la culpa a ella ni a nadie más.

Al igual que con Eva, la maldición de Adán trata sobre las dificultades a la hora de hacer el trabajo necesario de la vida, al hacer algo que de otro modo habría traído gran alegría y significado para su existencia. En lugar de producir cosechas fácilmente a medida que se plantaran las semillas, tal y como había sido el caso en el huerto hasta ese momento, la tierra estaría maldita. Adán sufriría un gran dolor al trabajar para que la tierra produjera la cosecha durante su trabajo diario; esta maldición lo afligirá para el resto de su vida.

Es también interesante notar que la maldición de Eva involucraba dolor y esfuerzo en sus relaciones familiares, mientras que la de Adán involucra dolor y frustración en su vida laboral.