¿Qué significa Génesis 3:15?

En respuesta directa al engaño de la serpiente y la desobediencia de Adán y Eva, Dios pronuncia maldiciones sobre cada uno de ellos, así como sobre las generaciones venideras.

En el versículo anterior, Dios comenzó Su maldición tanto sobre la serpiente como sobre Satanás, quien tomó la forma o el cuerpo de la serpiente. En este versículo, la maldición se centra completamente en Satanás. Dios les promete a Satanás y a la mujer que serán enemigos. De hecho, su descendencia, o "semilla", seguirán siendo enemigos a lo largo de todas las generaciones.

La descendencia de Eva, por supuesto, incluye a toda la humanidad, la cual sigue naciendo una generación tras otra hasta el día de hoy. Sin embargo ¿quién es la descendencia de Satanás? Es poco probable que esto se refiera a los hijos biológicos reales del diablo. La descendencia de Satanás podría referirse a todos los ángeles caídos, y demonios que lo seguirán. Definitivamente, también incluye a aquellos humanos que llegarán a creer en él y practicar sus mentiras.

Jesús, advirtiendo a los líderes religiosos judíos en Juan 8:44, dijo esto: "ustedes son de su padre el diablo, y quieren cumplir con los deseos de su padre, quien desde el principio ha sido un homicida. No se mantiene en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, habla de lo que le es propio; porque es mentiroso y padre de la mentira".

La última maldición de Dios impuso sobre la serpiente fue que la descendencia de la mujer heriría la cabeza de Satanás, y Satanás heriría su talón. Muchos eruditos de la Biblia ven esto como una referencia a Cristo, el Hijo de Dios, y también el descendiente más importante de Eva. Satanás dañaría a Cristo, pero Cristo acabaría obteniendo la victoria final en nombre de toda la humanidad. Aquellas personas que están en Cristo celebrarán la victoria con Él por la eternidad.

La conclusión de la maldición de Dios sobre Satanás es la siguiente: Satanás ha sido el enemigo de la humanidad desde el principio, y nunca se puede confiar en él. Tal y como escribió Pedro, Satanás continúa cazando y tratando de devorar humanos en la actualidad (1 Pedro 5:8), aunque no se le permitirá hacerlo para siempre.