¿Qué significa Romanos 8:37?

En el versículo 35, Pablo enumeró varias dificultades que podrían sucederles a los cristianos durante esta vida. La idea era que ninguno de estos sufrimientos podía separarnos a los que ya estamos en Cristo del amor que Cristo siente por nosotros. Por lo tanto, no hay nada que pudiera sucedernos que nos impidiera estar en Cristo, o que provocara que Cristo dejara de amarnos, o que pudiera demostrar que Cristo ya no nos ama.

Ahora Pablo dice que en todas esas cosas —dificultades, problemas, hambre, amenazas o violencia— "somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó". Esta descripción proviene de la palabra griega hypernikōmen, que se refiere a la idea de una victoria extraordinaria, que continúa para siempre en el tiempo y sigue aumentando en cuanto al triunfo se refiere. ¿Significa esto que no tendremos que experimentar ningún problema, o que podemos eliminarlos completamente durante esta vida? No, claramente no, si nos basamos en el contexto de este pasaje. Aún más, es importante darse cuenta de que muchos de ellos le sucedieron al mismo Pablo (2 Corintios 11:23–29).

Más bien, aquellos que se salvan a través de la fe en Cristo (Romanos 3:23–26; Juan 3:16–18) superan esas cosas terribles en el sentido de que Cristo ya ha obtenido la victoria más importante que pudiera haber obtenido por y para nosotros. Esa victoria, que tiene el fin de asegurarnos un lugar en la familia de Dios, y el hecho de que participemos en Su gloria, no se nos puede quitar de ninguna manera. Por lo tanto, acabamos conquistando el mundo en el sentido de que ninguna de estas cosas puede superar lo que el amor de Dios ya ha ganado para nosotros.