¿Qué significa Mateo 23:21?
Jesús continúa demostrando que la enseñanza de los fariseos acerca del tema de hacer juramentos para crear acuerdos vinculantes no tenía sentido alguno. De hecho, era bastante imprudente: Jesús está compartiendo una serie de "ay(s)" sobre ellos debido a que estaban provocando que la gente se desviara del único camino que llevaba hacia la salvación (Mateo 23:15–20).Jurar por el templo de Dios equivale a jurar por Dios mismo, ya que Él "vive" en el templo. Los fariseos decían que jurar por el templo no tenía sentido. Jesús está demostrando que jurar por el templo es lo mismo que jurar por Dios. Por lo tanto, no hay juramento tan peligroso como este.
Es importante entender que Jesús no le estaba enseñando a la gente a jurar por el templo. En realidad, Jesús ya dijo que nadie debería hacer ese tipo de promesas. En cambio, Cristo les enseñó a Sus seguidores a decir "sí" o "no" y a que acabaran haciendo lo que decían que iban a hacer (Mateo 5:33–37). Lo que Jesús está haciendo aquí es demostrar que los escribas y los fariseos no tenían una base espiritual ni lógica para sustentar sus enseñanzas sobre los juramentos.
Mateo 23:13–36 contiene siete condenas que Jesús comparte con los líderes religiosos de Su época. Cada una de estas condenas se introduce con la palabra "ay", una exclamación que sirve para enfatizar el mensaje que venía después. Jesús dice que estos hombres eran "ciegos" e "hipócritas" varias veces. De hecho, cuando convencían a los demás de seguir sus propias creencias, añadían más víctimas al infierno. Ellos seguían las leyes que le añadieron a la ley al más mínimo detalle, pero se olvidaron del significado real de las Escrituras: lo que Dios realmente pensaba sobre la justicia, la misericordia y la fidelidad. Su apariencia externa de rectitud escondía vidas internas llenas de codicia, autocomplacencia, hipocresía y anarquía. Los líderes religiosos de la generación de Jesús pagarían por muchos de las personas justas que fueron asesinadas injustamente en el pasado.
Después de desmantelar por completo a los escribas, a los fariseos y a los saduceos durante un debate, Jesús condenó aún más a fondo a estos líderes religiosos debido a su hipocresía religiosa. Los líderes religiosos lo hacían todo para demostrar lo justos que eran y para que los demás los vieran. Jesús les presenta el juicio que Dios dejaría caer sobre los escribas y los fariseos en una serie de siete declaraciones que comienzan con la frase "ay de ustedes". En repetidas ocasiones los llama "ciegos" e "hipócritas", y concluye con un lamento por Jerusalén y sus hijos, quienes rechazaron Su protección. El juicio de Dios se estaba acercando.