¿Qué significa Marcos 9:34?

Los discípulos muestran las mismas suposiciones orgullosas que los fariseos en Lucas 14:7–11. Jesús les cuenta a los fariseos una historia sobre un invitado en un banquete de bodas que se enfrenta a la elección de tomar un asiento honorable acorde a su posición o sentarse en un lugar más humilde. él se da cuenta de que, si toma el asiento más alto, el anfitrión de la boda le podría decir que se fuera hacia uno más bajo cuando llegara un invitado de un estatus más alto. Pero si tomara asiento en el extremo inferior de la mesa, el anfitrión lo vería y, frente a todos los invitados, le diría que se sentara en un lugar más honorable. Jesús termina la historia diciendo: "porque todo el que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido" (Lucas 14:11).

Pedro, Jacobo y Juan habían sido seleccionados para ver la transfiguración de Jesús, pero al fin y al cabo eran pescadores. Otros, como Mateo, tenían trabajos más rentables. Más tarde, la madre de Jacobo y Juan le pedirá a Jesús que les dé a sus hijos posiciones destacadas en Su reino (Mateo 20:20–28). Los discípulos casi se han olvidado de la advertencia de Jesús de que Sus seguidores deben estar dispuestos a renunciar a sus vidas porque este mundo no significa nada en comparación con lo que él mismo nos ofrece (Marcos 8:34–38).

Ser grande en el reino de Dios es darse cuenta de que no somos grandes: no somos dignos del perdón, ni de que se nos considere como personas importantes, ni de alcanzar cierto estatus. Las bendiciones que recibimos de Dios y Su atención son el resultado de Su amor, no de nuestro esfuerzo (Efesios 2:8–9). Y así, el "más grande" en el reino de Jesús es la persona que reconoce esto y busca a Dios, en lugar de buscarse a sí mismo.