¿Qué significa Marcos 9:15?
La historia de la transfiguración se nos da desde el punto de vista de Pedro, Jacobo y Juan, y no se nos dice nada sobre algo que los discípulos no hubieran presenciado ellos mismos; y, a diferencia de otros pasajes donde los discípulos están confundidos acerca de las enseñanzas de Jesús, aquí no se nos da una idea de lo que Jesús podría haber estado pensando (Marcos 6:6), o sobre la situación en sí (Marcos 6:52), o incluso un adelanto sobre algunos eventos futuros (Juan 12:32–33) para explicar el contexto dentro del que todo esto estaba ocurriendo. A medida que los cuatro bajan de la montaña e interactúan con la multitud, el enfoque se vuelve nuevamente hacia Jesús.Antes de que Jesús se llevara a Pedro, Jacobo y Juan a una montaña alta para presenciar Su transfiguración, ya habían sido rodeados por una multitud (Marcos 8:34). Aparentemente, esta multitud creció durante su ausencia. En realidad, no sabemos exactamente dónde están. Jesús tuvo un último altercado con los fariseos en Galilea, donde finalmente acabaría abandonando Su ministerio público (Marcos 8:13). Jesús y los discípulos pasaron por Betsaida (Marcos 8:22), situada en la costa más septentrional del mar de Galilea, al norte de los pueblos que se encontraban alrededor de Cesarea de Filipo.
Se nos dice que Jesús llevó a Pedro, Jacobo y Juan hacia un "monte alto" (Marcos 9:2). El monte más alto alrededor de Cesarea de Filipo es el monte Hermón, que está aún más al norte. Si ese es el caso, los cuatro deben haber viajado hacia Betsaida, donde podrían haber estado los escribas judíos, aunque Lucas dice que esto sucedió "al día siguiente" después de la transfiguración (Lucas 9:37), por lo que no habrían ido muy lejos. La tradición cristiana dice que estaban en el monte Tabor, que está al suroeste del mar de Galilea, en el extremo sur de Galilea. Otra opción es el monte Merón, que está al noroeste del mar de Galilea y a solo siete horas de caminata desde Cafarnaún.
Marcos 9:14–29 viene después de la transfiguración, donde Pedro, Jacobo y Juan subieron a una montaña con Jesús y vieron una muestra de Su gloria como Dios. También vieron a Moisés y a Elías y oyeron a Dios afirmar a Jesús como su Hijo. Ahora los tres discípulos y Jesús regresan de la montaña y encuentran a los discípulos restantes discutiendo con los escribas judíos. Los discípulos han tratado de expulsar a un demonio peligroso de un niño, pero no han podido hacerlo a pesar de haber realizado exorcismos antes (Marcos 6:7–13). Jesús les explica que, para hacer la obra de Dios, necesitamos poner toda nuestra fe en él y dejar que él nos fortalezca. Esta historia también aparece en Mateo 17:14–20 y Lucas 9:37–43.
El capítulo 9 de Marcos contiene un relato de la transfiguración de Jesús, donde tres de los discípulos ven a Jesús en Su forma glorificada. En este pasaje, Jesús también sana a un niño poseído por un demonio. Sus enseñanzas en esta sección incluyen una predicción de Su muerte y resurrección, y correcciones a los errores de los discípulos en cuestiones que hacen referencia al orgullo y a la tentación.