¿Qué significa Marcos 9:14?

"Escribas" proviene de la palabra raíz griega grammateus, y eran servidores públicos que eran expertos en la Ley Mosaica. Intentando evitar que los judíos violaran la Ley que Dios mismo les dio, los escribas desarrollaron la Ley Oral, la cual se suponía que debía aclarar y proteger los estatutos de Dios. En cambio, lo único que hizo fue añadir una carga adicional sobre las personas, una que Dios nunca pretendió que existiera (Mateo 23:4).

El oficio del escriba es un rol religioso; como grupo, no tenían una inclinación política específica, y algunos de ellos también eran fariseos. A pesar de la confianza que tenían en su posición y su comprensión de la ley escrita, el temor de los escribas a faltarle el respeto a Dios hace que sean tímidos en lo que se refiere a Su enseñanza. Desde el comienzo del ministerio de Jesús, las personas notan que "enseñaba como corresponde a quien tiene autoridad, y no como los escribas" (Marcos 1:22). Desafortunadamente, cuando los escribas hablan con confianza, a menudo se equivocan (Marcos 3:22).

Aparentemente, los escribas están discutiendo con los discípulos porque los discípulos afirman seguir a Jesús, pero no pueden exorcizar a un demonio de un niño (Marcos 9:16–17). Jesús realizó muchos exorcismos y les había dado a los Doce autoridad para expulsar demonios en Galilea (Marcos 6:7–13); si la montaña en donde ocurrió la transfiguración fue el monte Merón, es posible que algunas de estas personas incluso hayan visto a los discípulos realizar milagros. Los escribas de Jerusalén afirman que este poder proviene de Satanás, no de Dios (Marcos 3:22), pero es interesante notar que los escribas, que dicen seguir a Dios, ni siquiera parecen tratar de liberar al niño.