¿Qué significa Marcos 9:16?
En realidad, no se nos dice exactamente sobre qué están discutiendo los escribas y los discípulos, pero esto no es un evento único. Especialmente al comienzo del ministerio de Jesús, los escribas y los fariseos trataron de subvertir Su misión arrojando dudas sobre Sus seguidores. Cuando Jesús comió con los recaudadores de impuestos y otros pecadores, los líderes religiosos interrogaron a los discípulos (Marcos 2:15–16). Cuando los discípulos ignoraron las costumbres extrabíblicas sobre el ayuno y el sábado, los fariseos se enfrentaron a Jesús (Marcos 2:18, 24; 7:5).También sabemos que los escribas de Jerusalén afirmaron que el poder milagroso de Jesús venía de Satanás (Marcos 3:22). Más tarde, Jesús les dio poder a los discípulos para que hicieran Sus propios milagros (Marcos 6:7–13). Entonces, cuando los escribas presenciaron los intentos fallidos de los discípulos de exorcizar a un demonio de un niño (Marcos 9:18), los escribas aparentemente vieron la oportunidad de afirmar su propia autoridad y tratan de atraer a los discípulos de vuelta a su redil legalista. Es probable que los escribas insistieron en que los discípulos no podían salvar al niño porque Dios no los había autorizado para hacerlo.
La redacción aquí es un poco confusa y, por ejemplo, no sabemos a quién se dirige Jesús. Los otros relatos (Mateo 17:14–20; Lucas 9:37–43) no son de ninguna ayuda, ya que se sumergen directamente en la súplica del padre del niño. Ya sea que Jesús esté hablando con los escribas o los discípulos, Su pregunta no implica que Jesús no sabe lo que está sucediendo. En realidad, sabemos que tanto él (Mateo 26:40) como Dios el Padre (Génesis 3:9, 13) usan preguntas para tomar el control de la situación y dirigir la atención de las personas a donde ellos quiere dirigirla.
Marcos 9:14–29 viene después de la transfiguración, donde Pedro, Jacobo y Juan subieron a una montaña con Jesús y vieron una muestra de Su gloria como Dios. También vieron a Moisés y a Elías y oyeron a Dios afirmar a Jesús como su Hijo. Ahora los tres discípulos y Jesús regresan de la montaña y encuentran a los discípulos restantes discutiendo con los escribas judíos. Los discípulos han tratado de expulsar a un demonio peligroso de un niño, pero no han podido hacerlo a pesar de haber realizado exorcismos antes (Marcos 6:7–13). Jesús les explica que, para hacer la obra de Dios, necesitamos poner toda nuestra fe en él y dejar que él nos fortalezca. Esta historia también aparece en Mateo 17:14–20 y Lucas 9:37–43.
El capítulo 9 de Marcos contiene un relato de la transfiguración de Jesús, donde tres de los discípulos ven a Jesús en Su forma glorificada. En este pasaje, Jesús también sana a un niño poseído por un demonio. Sus enseñanzas en esta sección incluyen una predicción de Su muerte y resurrección, y correcciones a los errores de los discípulos en cuestiones que hacen referencia al orgullo y a la tentación.