¿Qué significa Génesis 25:30?
Esaú ha regresado de trabajar del campo, quizás de cazar, y está exhausto. Jacob ha estado en casa y ha estado haciendo un guiso, tal vez solo para él. A Esaú le gustaba el aspecto del "guiso rojo" y le pidió un poco, describiendo al mismo tiempo lo cansado que estaba.Las acciones de Esaú en los próximos versículos parecen indicarnos que lo que ocurrió aquí fue una combinación de desesperación y descuido. El comportamiento de Jacob fue igualmente desagradable, ya que le exigirá un precio escandaloso por el mero hecho de darle comida a su propio hermano. Si bien es posible que Esaú se tomara esto como una broma, el engaño de Jacob tendría como resultado consecuencias muy reales para sus vidas (Génesis 25:34).
Aquí también se nos dice la razón por la que el nombre de Esaú también era Edom, el nombre por el cual se conocería a su pueblo más tarde. Aparentemente, la palabra Edom es similar a la palabra en hebreo para "rojo", la cual describía tanto el color del guiso como el color del cabello o de la piel de Esaú cuando nació. Los edomitas finalmente se convertirían en enemigos acérrimos y rencorosos de Israel a lo largo de los siglos (Abdías 1:10–14).
Génesis 25:29–34 describe un encuentro significativo que ocurrió entre los gemelos Jacob y Esaú. Esaú, el cazador, regresó a casa del campo y estaba agotado. Esaú le pidió un plato de guiso rojo a Jacob. De una manera un tanto seca, Jacob le exigió a cambio su primogenitura. Esaú aceptó el trato. Jacob, cruelmente al parecer, requirió que su hermano se comprometiera a no revertir esta transacción. De este modo, ninguno de los hermanos parece ser muy bueno después de todo.
Génesis 25 está repleto de información. Abrahán se casa con otra esposa, probablemente antes de que Sara muriera, y tiene seis hijos con ella. Abrahán murió a la edad de 175 años y fue enterrado tanto por Isaac como por Ismael en la cueva que era propiedad de la familia donde Sara había sido enterrada también. A continuación, se enumeran a los 12 hijos de Ismael, junto con la región en la que se establecieron sus tribus, al este de lo que más tarde se convertiría en Israel. Finalmente, Dios escuchó la oración de Isaac para que Rebeca se quedara embarazada y ella dio a luz a una pareja de mellizos: Jacob y Esaú, quienes acabarían enfrentándose entre sí.