¿Qué significa Génesis 25:28?

Ahora, siendo hombres adultos, se han establecido las personalidades y preferencias tanto de Esaú como de Jacob. Esaú es un cazador, un amante de la naturaleza, aparentemente un hombre de acción. Jacob, sin embargo, prefería quedarse en las tiendas y era una persona tranquila.

En consecuencia, Jacob y Esaú se vincularon con sus padres de acuerdo con sus personalidades. Isaac amaba al hijo varonil que traía a casa la comida, y estaba orgulloso de él porque era un gran cazador. Rebeca, sin embargo, amaba a su hijo Isaac, porque era tranquilo y se quedaba en casa. Todo esto jugará un papel importante en lo que viene a continuación. Los próximos pasajes nos mostrarán que este "amor" difícilmente se distribuía por igual; cada padre claramente prefería a un hijo sobre el otro, y aparentemente no lo ocultaban. El favoritismo de los padres condujo a que surgieran algunos problemas, una lección que Jacob parece olvidar cuando finalmente tuvo sus propios hijos (Génesis 37:1-4).

Las personalidades divergentes de los gemelos también traerán sus propias inconveniencias. Esaú demostrará ser algo imprudente, incluso descuidado (Génesis 25:32); y Jacob será más manipulador y deshonesto (Génesis 25:33). Si bien Esaú ciertamente sufrirá las consecuencias de sus acciones (Génesis 25:34), Jacob experimentaría más tarde, de primera mano, lo que significa llegar a estar atrapado en su propia estafa (Génesis 29).