¿Qué significa Génesis 25:18?
Los doce hijos de Ismael, quienes son enumerados en los versículos anteriores, se convirtieron en doce tribus que establecieron aldeas o campamentos errantes con el nombre de cada uno de los "príncipes" que las gobernaban. Estos doce grupos se establecieron principalmente en la región al este de la tierra que un día se convertiría en Israel. Esto cumplía una promesa que Dios le había hecho a Agar, la madre de Ismael. Antes de que Sara los echara de la familia de Abrahán (Génesis 21:8–14), Dios les prometió a Ismael y a su descendencia que a ellos también les iría bien (Génesis 16:10–12).Sin embargo, esa profecía vino con algo más que una mera garantía de éxito. En Génesis 16:12, Dios también había profetizado que Ismael se convertiría en un "hombre indómito" que siempre les causaría problemas a sus parientes. Ahora vemos que eso es exactamente lo que ha pasado con los hijos de Ismael, quienes tuvieron y aún tienen una relación conflictiva con Israel.
Génesis 25:1–18 añade algunos detalles más antes de describir la muerte de Abrahán y luego de Ismael. Abrahán había tomado otra esposa, además de Sara, y en ese momento tenía seis hijos con ella. Abrahán les ofreció regalos a todos, y los envió hacia el este, ya que Isaac sería el único heredero verdadero de las promesas del pacto. Sin embargo, cuando Abrahán muere y es enterrado a la edad de 175 años, Ismael se une a Isaac para el funeral. Entonces, se enumeran a los 12 hijos de Ismael, junto con una descripción de la región en la que se establecieron sus tribus. Finalmente, Ismael también muere a la edad de 137 años.
Génesis 25 está repleto de información. Abrahán se casa con otra esposa, probablemente antes de que Sara muriera, y tiene seis hijos con ella. Abrahán murió a la edad de 175 años y fue enterrado tanto por Isaac como por Ismael en la cueva que era propiedad de la familia donde Sara había sido enterrada también. A continuación, se enumeran a los 12 hijos de Ismael, junto con la región en la que se establecieron sus tribus, al este de lo que más tarde se convertiría en Israel. Finalmente, Dios escuchó la oración de Isaac para que Rebeca se quedara embarazada y ella dio a luz a una pareja de mellizos: Jacob y Esaú, quienes acabarían enfrentándose entre sí.