¿Qué significa Génesis 24:12?

El criado de Abrahán ha llegado a su destino. Su misión es encontrar una esposa para el hijo de Abrahán, Isaac, de entre la familia extendida de Abrahán que todavía vivía en Mesopotamia (Génesis 24:3–4). La ciudad de Najor, que llevaba el nombre de uno de estos parientes, era un buen lugar para comenzar a buscar. El criado hizo que sus diez camellos se arrodillaran junto a un pozo a las afueras de la ciudad. Estos animales, en sí mismos, comunicaban un mensaje de riqueza y poder a las personas de esa cultura. En este momento en la cultura del Medio Oriente, al parecer, los camellos aún no se usaban comúnmente. Este criado también ha traído abundantes obsequios para la futura esposa de Isaac. Sin embargo, esos bienes materiales no eran la única cosa que había pensado hacer para encontrarle una esposa a Isaac.

Ahora, el criado le ora a Dios. Más específicamente, el criado le ora al Dios de Abrahán por el bien de Abrahán, y le pide al Dios de Abrahán que le diera éxito y le mostrara a Abrahán el amor incondicional que ya le había mostrado a Abrahán anteriormente.

¿Ha habido alguna vez un criado más servicial? No solo estaba haciendo lo que su maestro le había pedido, sino que lo estaba haciendo mientras oraba para que Dios bendijera a su maestro. Esta oración de fe sigue siendo un modelo de abnegación y servicio 4.000 años después. Esto sería especialmente conmovedor, si este criado fuera, de hecho, el hombre que Abrahán había nombrado su heredero potencial hacía ya algunas décadas (Génesis 15:2). En este pasaje en particular, no se nombra al criado, pero es posible que fuera el mismo hombre, Eliezer.