¿Qué significa Génesis 15:13?
El Señor pronto completará un ritual para establecer un pacto entre Él y Abrán, un ritual que especificará, en parte, los límites del futuro pueblo de Israel del que los descendientes de Abrán iban a ser los dueños.Primero, sin embargo, Dios le revela a Abrán una profecía sobre el difícil futuro al que se enfrentarán sus descendientes antes de que ocupen la Tierra Prometida. La descendencia de Abrán, dice Dios, serán extranjeros, y les servirán a otros en una tierra que no sería la suya; serán maltratados durante 400 años. Dios se estaba refiriendo a la esclavitud de Israel en Egipto, la cual ocurrió después de la muerte de José (Génesis 50:26) y antes de la historia de Moisés y el Éxodo (Éxodo 1:1–8). Como es común en todas las formas de literatura, la referencia que se hace aquí sobre el tiempo es solo una aproximación; quizás este número está destinado a referirse a cuatro generaciones que vendrían y se irían durante ese período de esclavitud. Éxodo 12:40 y Gálatas 3:17 especifican la duración de ese cautiverio diciendo que finalmente estuvieron allí durante 430 años.
Dios le está aclarando a Abrán que, aunque la promesa de la tierra todavía estaría en vigor, la promesa no obstante se cumpliría cuando Dios lo decidiera, lo cual acabaría ocurriendo algunos siglos después.
Génesis 15:1–21 se ubica entre el heroico rescate de Lot por parte de Abrán en Génesis 14 y su menos heroica elección de tener un hijo con la sirvienta de su esposa en el capítulo 16. El capítulo 15 presenta las difíciles preguntas que Abrán le hace al Señor acerca de cómo se cumplirán todas las promesas que Dios le había hecho sobre sus descendientes y la tierra. Dios responde, en parte, formalizando las promesas de su pacto con Abrán con un elaborado ritual. También le revela a Abrán detalles sobre las difíciles circunstancias a las que se enfrentarán sus descendientes antes de que regresen para tomar posesión de la tierra ''en la cuarta generación''.
Génesis 15 nos presenta un largo encuentro que ocurrió entre el Señor y Abrán. Cuando la "palabra del Señor" le llega a Abrán en una visión para darle seguridad sobre el hecho de que Dios estaba apoyándole constantemente, Abrán aprovecha la oportunidad para hacerle algunas preguntas a Dios. Abrán pregunta sobre su falta de hijos y sobre cómo podía saber que algún día poseerá la tierra de Canaán. Dios le responde a Abrán, y Abrán lo cree. La respuesta de Dios lleva a Abrán a formar parte de un ritual que también involucra animales sacrificados, así como una profecía sobre el futuro de los descendientes de Abrán antes de que llegara el momento de ocupar la Tierra Prometida.