¿Qué significa Mateo 2:5?
El rey Herodes estaba preocupado. Los sabios que habían llegado desde oriente venían buscando a alguien que era muy importante para el pueblo judío. De acuerdo con ellos, el Cristo al que tanto esperaban había nacido en Israel. Claramente, esto no era algo que Herodes creyera enteramente; al menos, no en el sentido de que tuviera algún tipo de fe en Dios o en Su salvación. Más bien, le preocupaba que ese niño se pudiera convertirse en una amenaza para su gobierno. Entonces, en lugar de regocijarse, Herodes empezó a tomar ciertas decisiones con el fin de evitar que ese niño se convirtiera en un hombre que pudiera derrotarlo y arrebatarle su reino.Las acciones de Herodes nos muestran que Herodes sí reconocía que las Escrituras del Antiguo Testamento eran una fuente de información valiosa. Al menos reconocía la influencia que tenían sobre el pueblo de Israel. Entonces, llamó a los sacerdotes y a los escribas, las personas que conocían mejor las Escrituras de Israel, y les hizo la siguiente pregunta: ¿dónde nacerá el Mesías?
Los líderes religiosos de Israel conocían sus Escrituras al pie de la letra. En el siguiente versículo citarán el pasaje que respondía a la pregunta de Herodes: Cristo iba a nacer en Belén. Si los hombres sabios leyeran y entendieran bien las señales de las estrellas y las profecías que aparecen en las Escrituras judías, entonces deberían dirigirse a Belén para encontrarse con el Cristo recién nacido.
Herodes, sin embargo, tenía su propio plan acerca de qué hacer si encontraran al niño, además de un plan "B" en el caso de que los sabios no siguieran sus órdenes (Mateo 2:7, 16).
Mateo 2:1–12 describe la llegada a Jerusalén de un grupo de sabios después del nacimiento de Jesús. Estos sabios estaban siguiendo una "estrella" durante la noche, la cual les ayudó a concluir que el "rey de los judíos" había nacido. El rey Herodes estaba preocupado por esta noticia y los envió a Belén. Herodes les ordenó que los sabios regresaran y le dijeran dónde estaba el niño. Estos sabios se alegraron mucho al encontrar al Cristo, lo adoraron, se inclinaron ante él y le hicieron algunos regalos caros. Después de que se les advirtiera que Herodes estaba engañándolos, decidieron volver a su hogar por una ruta diferente.
El rey Herodes está sorprendido y preocupado por la llegada de unos sabios que han venido de oriente. Estos sabios vinieron en busca del recién nacido rey de los judíos. Herodes dirigió a los hombres hacia Belén para que le ayudaran a encontrar al niño. Los sabios se encontraron a Jesús y lo adoraron. En lugar de cooperar con el malvado Herodes, los sabios se escabulleron. Un ángel le advirtió a José que huyera a Egipto con su familia antes de que Herodes matara a todos los niños de Belén que tuvieran dos años o menos, ya que Herodes decidió hacer todo lo posible para proteger su autoridad y el trono. Después de la muerte de Herodes, un ángel envió a José de regreso a Israel y luego Dios le indicó que se instalara junto con María y Jesús en Nazaret, en la región de Galilea.