¿Qué significa Mateo 2:1?

Mateo nos indica que el lugar de nacimiento de Jesús fue Belén en Judea. Sabemos por el evangelio de Lucas que José y María viajaron desde donde vivían, Nazaret, que se situaba en la región norteña de Galilea en Israel, hasta el pequeño pueblo de Belén, que estaba a las afueras de Jerusalén. Como era descendiente del rey David, José tuvo que presentarse en Belén para el censo que el gobierno requirió que tomaran sus ciudadanos (Lucas 2:1–4). El hecho de que Jesús naciera en este pueblo tiene un significado específico, del cual se nos hablará durante los siguientes versículos.

El nacimiento de Jesús ocurrió durante el reinado del rey Herodes, también llamado Herodes el Grande. El reinado de Herodes es un reinado completamente artificial. Los romanos a menudo establecían a un gobernante local sobre las personas que habían conquistado. Bajo su autoridad, Herodes gobernó como rey sobre Israel entre el 37 y el 4 a.C., según la mayoría de los eruditos. Jesús nació cerca del final de su reinado.

Herodes logró realizar grandes cosas como rey de Israel, incluida la restauración del magnífico templo de Jerusalén. También fue muy despiadado, especialmente cerca del final de su vida. Herodes mató a su esposa, a varios de sus hijos y muchos otros familiares para así poder proteger su propio poder y estatus. Al saber que el "rey de los judíos" estaba a punto de nacer, Herodes intentará poner en práctica su herramienta habitual para deshacerse de los problemas (Mateo 2:16–18).

Sabemos muy poco acerca de los sabios, a quienes a veces se les llama "magos", que vinieron del este en busca del recién nacido rey de los judíos. El Nuevo Testamento los describe usando el término griego magoi. En esa época, esa palabra se usaba para describir a aquellos que eran expertos en astrología, magia, interpretación de sueños y cosas por el estilo. Algunos eran buscadores espirituales honestos, mientras que otros, aparentemente, se hicieron conocidos gracias a cómo estafaban a la gente.

Los eruditos sugieren que los "sabios" que describe Mateo podrían haber venido de lugares tan lejanos como Babilonia, Persia o el desierto de Arabia.