¿Qué significa Mateo 17:27?
Pedro les dijo a los recaudadores del impuesto del templo, el cual fue establecido por Dios en Éxodo 30:13–16, que Jesús pagaría el impuesto. Jesús, sin embargo, ha declarado que estaba exento del impuesto ya que Él es el Hijo del "rey"—Dios—el que lo estaba recaudando (Mateo 17:24–26). Desde un punto de vista espiritual o moral, no había razón por la que Jesús debiera pagarlo.A pesar de estar libre de esa obligación, por motivos técnicos, Jesús aceptó pagar el impuesto. Jesús hizo esto para evitar ofender innecesariamente a algunos con este tema (Mateo 5:9; Romanos 12:18). Jesús también es consciente de que los líderes religiosos estaban buscando cualquier cosa que pudieran usar para desacreditarlo o arrestarlo. Jesús no estaba dispuesto a que este tema se convirtiera en otro conflicto.
Este pasaje no dice nada sobre si los cristianos deben pagarles impuestos a los gobiernos o no (Mateo 22:15–22). Aun así, sí que les proporcionó una enseñanza importante a los cristianos judíos de esa época. Estos primeros creyentes tuvieron que decidir si pagar este impuesto después de que se estableciera la iglesia en Hechos 2, y antes de que el templo fuera destruido en el año 70 d.C.
Jesús le ordena a Pedro que encontrara el dinero para cubrir el impuesto de una manera sorprendente. Jesús le dice a Pedro, quien era pescador, que fuera al mar de Galilea, echara un anzuelo y atrapara un pez. En la boca de ese pez, Jesús dice, Pedro encontraría una moneda: un statēr en el griego original. Una moneda de statēr valía cuatro dracmas. Entonces, Pedro debía usar esa moneda para pagar el impuesto de dos dracmas y medio siclo tanto por Él como por Jesús.
En realidad, en este pasaje no se nos dice que Jesús y los discípulos no tenían el dinero suficiente como para pagar el impuesto. En verdad, esta cantidad de dinero no era mucho después de todo. En cambio, parece que Jesús usó esto para confirmarle a Pedro una vez más que Dios es completamente capaz de ofrecerle todo lo que necesitara en cualquier momento. De hecho, esto se haría más evidente durante la difícil experiencia que todos los discípulos tuvieron vivir no mucho después de esta situación.
Mateo 17:22–27 comienza con Jesús una vez más prediciendo Su muerte a manos de Sus enemigos religiosos de JerusalÉn (Mateo 16:21). Los recaudadores del impuesto anual del templo, una cantidad exacta de dos dracmas, se acercaron a Pedro y le preguntaron si Jesús lo iba a pagar. Jesús le explica a Pedro la razón por la que Él está exento del impuesto, pero le dice que lo pagará para que la gente no se ofendiera. Entonces, Jesús le ordena a Pedro que pague el impuesto de los dos atrapando un pez dentro del que encontraría una moneda dentro.
Jesús se llevó a Pedro, Jacobo y a Juan hacia un monte alto. Allí, lo vieron "transfigurado" en Su forma divina y resplandeciente. TambiÉn vieron a Cristo hablando con MoisÉs y Elías, pero Jesús les dice que no digan nada de esto hasta despuÉs de Su resurrección. Jesús sana a un niño que estaba siendo atormentado por un demonio despuÉs de que los discípulos no pudieron expulsarlo ellos mismos. Jesús les dice muy claramente a los discípulos que sería entregado en manos de hombres que finalmente lo matarían, pero que resucitaría al tercer día. DespuÉs de explicar la razón por la que Él no debía pagar el impuesto del Templo, Jesús accede a pagarlo y le dice a Pedro que vaya a buscar el dinero dentro de la boca de un pez.