¿Qué significa Hebreos 9:21?

Este versículo se refiere a un momento en el Antiguo Testamento en el que Moisés le presentó por primera vez los mandamientos de Dios al pueblo de Israel. Esto se encuentra en Éxodo 24:6–8, así como en porciones del capítulo 29. Incluso desde el principio, la sangre fue necesaria para "inaugurar" un pacto. Esto se menciona con dos propósitos. Primero, esta idea conduce al resumen que se da en el versículo 22, que el derramamiento de sangre es absolutamente necesario para el perdón de los pecados (Levítico 17:11). En segundo lugar, la sangre derramada por Jesucristo logra lo que la sangre de los animales nunca pudo lograr.

Antes, el escritor de Hebreos había mencionado que los sacrificios de animales que se usaban en el antiguo pacto eran imperfectos, ya que solo podrían cubrir temporalmente los pecados de la gente. Sin embargo, esos sacrificios no podían cambiar la naturaleza de una persona o eliminar por completo el castigo de su pecado. El sacrificio de Cristo, por otro lado, fue un derramamiento de sangre que se hizo de una vez por todas, el cual puede salvar perfecta y permanentemente a la humanidad. Este nuevo pacto es exactamente lo que Dios había planeado desde el principio y había prometido en Su propia Palabra. El antiguo pacto tenía la intención de simbolizar este plan final.