¿Qué significa Hebreos 9:17?
El término voluntad en este versículo proviene del mismo término griego que se traduce como pacto o testamento. En contexto, sin embargo, esto es algo diferente a los pactos y testamentos sobre los que el escritor nos ha estado hablando. El significado aquí es mucho más parecido a un testamento: un documento legal que indica lo que sucederá tras la muerte del autor del testamento. En versículos anteriores, el escritor de Hebreos señaló que Dios requería el sacrificio de animales bajo el antiguo pacto. Esto cubría temporalmente los pecados de la humanidad, pero no pudo eliminar ese pecado por completo. El sacrificio de Jesús, por otro lado, puede limpiarnos completamente del pecado y hacerlo de forma permanente.El objetivo de los versículos 16 y 17 es llevarnos hacia la siguiente idea que se nos presenta en la carta: que sin derramamiento de sangre no puede haber perdón. El acuerdo vinculante entre Dios y el hombre, el nuevo pacto, entra en vigor solo después de la muerte de Jesucristo.
Hebreos 9:11–28 continúa explicando cómo el nuevo pacto en Jesucristo es superior al antiguo pacto. Este pasaje se enfoca en dos ventajas principales de este nuevo pacto: que Cristo sirve en un templo mejor y que Cristo ofrece un sacrificio superior. El templo físico y sus implementos estaban destinados a ser símbolos del "verdadero" lugar de servicio de Cristo en el cielo. A diferencia de los sacrificios limitados de animales, la muerte única de Jesús pudo salvarnos completamente del pecado.
El capítulo 9 de Hebreos explica cómo el antiguo pacto incluía varios lugares y rituales físicos. Estos, según el escritor de Hebreos, siempre fueron concebidos como símbolos. Todos sus detalles, y los inconvenientes que sufrieron, estaban destinados a apuntar hacia el medio "verdadero" de nuestra redención, que es Cristo. A diferencia de los sacrificios de animales, que deben repetirse y que no pueden cambiar a las personas por dentro, el sacrificio de Jesucristo ofrece una solución para el pecado de una vez por todas, permanente y completamente eficaz. El hecho de que Cristo murió por el pecado solo una vez y para siempre también significa que la próxima vez que Cristo venga, no vendrá como un sacrificio, sino para cumplir finalmente el plan de Dios.