¿Qué significa Génesis 28:20?
Después de conmemorar la santidad del lugar donde el Señor lo había visitado durante un sueño (Génesis 28:12–13), Jacob ahora reconoce el contenido de lo que el Señor le había dicho, y lo hace en forma de promesa condicional, declarando que, si el Señor hiciera todas esas cosas por él, Jacob respondería de la manera adecuada.La promesa de Jacob no debe entenderse como una manera de probar al Señor sino como una oración basada en la fe. Jacob parece estar diciendo que, dado que el Señor puede hacer estas cosas, y ha dicho que las hará, Jacob está dispuesto a confiar y obedecerlo. Específicamente, Jacob menciona que Dios estaría con él y lo mantendría a salvo. De hecho, también añade dos cosas que Dios no había dicho explícitamente: que Dios lo sustentaría tanto con pan como con ropa. En los siguientes versículos, Jacob mencionará una condición más y luego nombrará las promesas que se estaba comprometiendo a cumplir para honrar a Dios.
Génesis 28:10–22 describe la aparición del Señor a Jacob en un sueño mientras se dirigía a Jarán en Mesopotamia, la región donde vive Labán, el hermano de Rebeca. Obligado al anochecer a dormir en el suelo con una piedra como almohada, Jacob sueña con una escalera que conecta la tierra con el cielo y está llena de ángeles que se movían en ambas direcciones. El Señor estaba en lo alto de la escalera y le hizo a Jacob las mismas promesas que le había hecho a Abrahán en el pasado. Dios también le promete a Jacob que estaría con él durante su viaje desde y hacia la tierra prometida. Jacob se despierta y adora al Señor, prometiendo hacer que el Señor se convirtiera en su Dios.
Isaac envió a Jacob lejos de su casa para encontrar una esposa en Mesopotamia, en Padán-aram, donde vivía el hermano de Rebeca. Primero, sin embargo, bendijo completamente a Jacob; por lo tanto, las promesas del pacto de Abrahán ahora pasarían directamente a través de Jacob. Esaú se casó con una de las hijas de Ismael para tratar de complacer a Isaac. El Señor se le apareció a Jacob en un sueño, y le ofreció personalmente las promesas de Abrahán, junto con la seguridad de que estaría con Jacob en Mesopotamia y cuando volviese de allí. Entonces, Jacob le promete que, si el Señor hace eso, haría que el Señor fuera su Dios, lo adoraría y le daría el diezmo.