¿Qué significa Génesis 11:6?

Después de ver la ciudad y la torre que los pueblos unidos de la tierra habían construido, Dios no descarta sus esfuerzos considerándolos como algo inútil, sino todo lo contrario. Dios reconoce que, al trabajar juntos, la humanidad podría lograr cualquier cosa que se propusiera hacer. Esto, por supuesto, nos lleva a hacernos la siguiente pregunta: ¿por qué es esto un problema? ¿Por qué Dios se opondría a un tipo de productividad más unificada?

La respuesta está en la capacidad que la humanidad tiene para convertir los dones en maldiciones (Génesis 3:17–19) y las habilidades en abusos. El diluvio no había cambiado la naturaleza de los seres humanos. La observación que Dios hizo en Génesis 6:5 todavía se aplica a los corazones de las personas: "El Señor vio que era mucha la maldad de los hombres en la tierra, y que todos los planes y pensamientos de su corazón eran siempre los de hacer sólo el mal".

Una humanidad poderosamente unida e inclinada a hacer el mal, podría acabar siendo increíblemente malvada. No importa cuán perverso, indignante o ridículo pueda parecernos algo, el corazón malvado de la humanidad tiene la capacidad de llevarlo a cabo si solo se le presentara la oportunidad. El siguiente versículo nos revela que Dios no planeaba darle a la humanidad tal libertad de acción para que pudieran realizar todos lo actos malvados que desearan.